Cuando Eba entró por error en aquella vieja librería, nunca hubiera imaginado el mundo que le descubriría su anciana propietaria. Una biblioteca secreta, con libros de los que se desprendían sus hojas en otoño, para volver a brotar con nuevas historias cada primavera. Pero también escondía otro oscuro secreto, uno que nunca hubiera deseado conocer.
– AUTOR –
César Rai nació en El palmar, Región de Murcia, el 22 de enero de 1979. Desde bien pequeño le gustó escribir historias, aunque nunca se lo tomó como algo más que una afición. Los primeros libros en caer en sus manos fueron los de Julio Verne, Las aventuras de los cinco, El fantasma de Canterville, El sabueso de los Baskerville y la colección de Elige tu propia aventura. Más tarde lo retomaría con las novelas de Stephen King, Philip K. Dick, Michael Crichton, Agatha Christie y muchos más. Sigue residiendo en Murcia, donde compagina cualquier trabajo que le permita salir de la rutina y aprender algo nuevo, con el de tocar la guitarra cada vez que le apetece, leer, escribir y pasar todo el tiempo que puede con sus dos hijos.
– GUSTARÁ
A los lectores que siempre se quedan obnubilados en las librerías de viejo y bibliotecas clásicas. A todos aquellos que huelen los libros, los miman, los colocan con delectación en sus estantes y bucean siempre que pueden para encontrar su Santo Grial particular. El tono de fantasía y de secretismo de la obra es muy propio para los primeros lectores aficionados a los misterios que encierran las palabras y los lugares prohibidos. La sencillez del relato y la plasticidad con la que se puede adaptar a un gran abanico de lectores es uno de sus elementos diferenciadores.
– NO GUSTARÁ
A aquellos lectores que buscan una mayor complejidad narrativa en las tramas, así como para los que prefieren las descripciones pormenorizadas y abigarradas por encima de las conversaciones y las escenas cortas y raudas. Tampoco será la lectura predilecta para aquellos que no les interese los mundos de fantasía que se ocultan tras la realidad cotidiana.
– LA FRASE
«Todo el mundo parecía llevar una máscara. Algunos incluso más de una. Y se la colocaban en diferentes lugares dependiendo de la gente con la que debían interactuar en cada momento. Había gente más dada al drama que a la comedia o viceversa. Cada cual se creaba sus personajes para deambular entre sus semejantes. La vida era un gran escenario lleno de antifaces. Algunos buenos y otros, no tanto. Era una triste realidad que había descubierto desde muy temprana edad».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar La biblioteca marchita, de César Rai. Una novela de corte fantástico que transita por varios géneros y que tiene a una peculiar biblioteca como eje central de la narración. Y es que pocas cosas son tan atractivas como las bibliotecas para los lectores de novela. Allí se encuentran los sueños y los secretos más recónditos que esperan a ser desvelados. Esta peculiar biblioteca de César Rai se une a la gran tradición de estos lugares de ensueño junto a las de Umberto Eco, Patrick Rothfuss o Carlos Ruiz Zafón. También podemos encontrar en la apertura de la novela una frase de Irene Vallejo que nos maravilló con su ensayo El infinito en un junco en el que, entre muchos asombrosos pasajes, nos introduce en la realidad de la biblioteca de Alejandría y de cómo esta iluminó y extendió la luz de la cultura por todo el mundo. Este universo de las bibliotecas y librerías secretas, pasajes ocultos, grimorios, cartapacios, libros prohibidos (necronomicones incluidos), intrincados laberintos, encuentros a la luz de las velas, misterios, leyendas innombrables… Todo esto habita entre estanterías atestadas de volúmenes de tiempos inmemoriales y las almas que encierran las manos que esculpieron con tinta cada contenido. Este universo encandila a todo tipo de lectores. Estos siempre aspiran a poder ser los propietarios de alguna de estas maravillosas bibliotecas o librerías que aparecen en los libros que degustan. Así nace esta obra de César Rai que aporta su grano de arena al imaginario atemporal del mundo al que pertenecen los libros que esperan a que alguien los despierte.
En esta ocasión el autor nos presenta a una protagonista que, por distintos motivos personales y familiares, encuentra en el abrigo que dan los libros su patio de recreo privado y particular donde su fantasía se disparará y las aventuras acudirán para cambiarle la vida. La soledad que vive la joven oscila entre una familia que no la entiende y un entorno hostil en el que, incluso, sufre un cruel acto de acoso. Estas circunstancias le hacen sumergirse en un mundo fantástico, irreal, pero tremendamente adictivo e inmersivo. Surge el descubrimiento en la edad en la que todo sorprende y todo interesa. El libro dentro de un libro de La historia interminable de Michael Ende se abre camino como cuchillo en mantequilla para deleite de aquel que lo vive en primera persona. Aun con riesgos y peligros, la protagonista prefiere entrar en esa realidad paralela y explorar todos sus recovecos. Sin valentía no hay gloria ni aventura.
Y así irán surgiendo las primeras aproximaciones a lo fantástico, comenzando con un curioso Lazareto en el que los libros pueden curarse, incluso de las heridas más profundas. Y es que a lo largo de toda la narración subyace el aliento por las letras y el fomento de la lectura. Sin obligaciones ni cargas, sino convirtiéndola en una materia de interés para las nuevas generaciones de lectores. Haciendo que estos entren en el maravilloso mundo de los sueños de forma voluntaria y no de una manera abrupta y académica que es muchas veces cómo los jóvenes cogen aprensión a la lectura.
El lector disfrutará con el concepto estacional de los libros y de sus páginas, de cómo los volúmenes cobran vida propia y van cumpliendo el razonamiento del nacimiento, crecimiento, madurez, muerte y resurrección. Dicha metáfora es muy oportuna en el texto, ya que vale para los propios libros, como para el alma de los personajes que transitan por el texto, así como para las secuencias episódicas que se producen en toda narración o aventura que se precie: presentación, nudo y desenlace. La biblioteca marchita nos habla de los resortes entre la delgada línea entre la realidad y la ficción, y la importancia de esta segunda para el aprendizaje y la superación de los problemas y los baches vitales. Dentro del mundo de los libros, con la narración de una historia antigua que roza la leyenda, y con la suma de un luctuoso y trágico suceso familiar, llegará el momento donde la narración se dispara.
El tiempo pasará, llegará el rubor de la afección amatoria, las dudas, las obsesiones, los caminos sin salida, el orgullo, el prejuicio, una herencia envenenada, la responsabilidad de tener que afrontar los problemas de un mundo de adultos antes de tiempo, la pérdida, el poder y el peso del pasado… Y la magia que lo cambia y lo envuelve todo a su alrededor. Todo llegará a un punto en el que se descubrirán los cabos sueltos y se solucionarán los misterios sin respuesta que han jalonado toda la obra.
La biblioteca marchita es una obra sencilla y accesible para todos los públicos. El uso de los capítulos cortos, así como el empleo de unos diálogos vertiginosos y ágiles, permiten al lector avanzar en la lectura de una manera cómoda e interesada. El autor no se pausa en exceso en tramas complementarias o en el crecimiento de personajes secundarios. Va suficientemente al grano y concentra la narración en unos espacios concretos. De esta manera, el lector no tendrá problema alguno para seguir el hilo de la argumentación y el sentido del guion propuesto por el autor. El añadido al misterio con toques de imaginación y leyenda impregnan toda la obra de un sentimiento fantástico. Esto permitirá al lector soñar despierto con lo que para él sería su biblioteca perfecta, llena de libros que le susurran al oído las grandes historias que debe conocer para crecer en la vida.