¡Hola! Mi nombre es Txano y mi hermano mellizo se llama Óscar. ¿Alguna vez has construido tu propio robot? Nosotros hicimos uno de Lego en clase de Steam, y casi casi ganamos con él nuestro primer torneo escolar de Robosumo. Y en esa competición conocimos a un ingeniero superfriki que estaba a punto de asombrar al mundo de la robótica con su última creación. Pero lo más flipante fue que, cuando el robot desapareció misteriosamente, nos tocó a nosotros ayudarle en una búsqueda por toda la ciudad. ¿Te atreves con una aventura robótica?
– AUTORES –
PATRICIA
Soy una enamorada de los libros infantiles, las películas de animación, las bibliotecas y las librerías que visito frecuentemente con mi hijo. Fue cursando Diseño Gráfico cuando vi claro que lo que más me apasionaba era la ilustración. Así que cuando Julio me presentó el proyecto de crear juntos una colección de libros infantiles, no pude resistir la tentación e inmediatamente me puse a diseñar los personajes y el universo gráfico de la serie.
JULIO
Soy informático desde mucho antes de estudiar informática y me encanta la tecnología. Hace unos pocos años, lo dejé todo y me fui a viajar por el mundo con mi familia. Y en uno de esos viajes, mientras conducía aburrido por la pampa argentina, aparecieron Txano y Óscar. No sé de dónde vinieron, pero consiguieron cautivarme y a partir de ese momento me dediqué a escribir sus historias mientras Patricia enriquecía mis textos con sus imágenes.
– GUSTARÁ
A los fieles seguidores de Txano y Óscar ávidos de nuevas aventuras. A los lectores que entran por primera vez en esta saga y que son incondicionales de la exploración, la aventura y el aprendizaje mediante la diversión. La presente obra gustará especialmente a todos aquellos que sueñan con la robótica, la inteligencia artificial y la tecnología como una nueva fuente de conocimiento humano que está despegando. En general, para todos los amantes de las correrías juveniles, con un mensaje blanco, didáctico, pero no adoctrinador.
– NO GUSTARÁ
A los lectores que piensen que tienen que empezar por el primer volumen de estas aventuras. Aunque todas son autoconclusivas, recomendamos que sean leídas en orden de publicación. En cualquier caso, la lectura por separado no resta nada a la experiencia narrativa. Tampoco será la lectura ideal para los que no acierten con la edad potencial del lector, bien por quedarse cortos, o por leerlo demasiado tarde.
– LA FRASE
«Hay un caso muy curioso de una IA que es capaz de distinguir si la persona es un hombre o una mujer solo observando imágenes del iris del ojo, pero los creadores del sistema no saben cómo lo hace. Han entrenado la IA con miles de fotografías de iris humanos, pero los propios humanos no sabemos distinguirlo, La IA ha encontrado alguna característica del iris que distingue hombres de mujeres y que a nosotros se nos escapa».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar la undécima aventura de nuestros queridos Txano y Óscar. Un abrazo para Susi es la obra más digital, electrónica y robótica de la saga. Y es que si algo caracteriza a los libros de Txano y Óscar es ese complejo equilibrio entre la más pura aventura exploratoria y su vertiente formativa y divulgativa. Ambas concepciones van de la mano en esta saga. Los autores contribuyen a ello. Todas sus aventuras están trufadas de aprendizaje técnico, científico, arqueológico, medioambiental, histórico… Con Txano y Óscar los jóvenes lectores adquieren un conocimiento multidisciplinar, pero sin sentirse en ningún caso dentro de un libro de texto o de divulgación académica. De esta manera, con una fluidez y un engarce natural y atractivo, los lectores se imbuirán de todo un mundo nuevo que conocer sin situaciones forzadas o adoctrinamientos innecesarios.
En lo relativo a las temáticas empleadas, así como al discurso utilizado para fijarlas, los autores optan por hablar de temas universales, aunque, como en el presente caso, estén pegados a la tecnología más puntera. Y es que existe una línea narrativa contemporánea que se deja llevar en demasiadas ocasiones por la polémica, el golpe de titular mediático, la viralidad efímera o, simplemente, por una moda pasajera. En cambio, Txano y Óscar aúnan lo mejor de la tradición aventurera de la camaradería de una pandilla en la que todos nos podemos identificar (jóvenes y adultos), con temas y sucesos actuales, pero sin caer en una narrativa forzada o interesada que nada tiene que ver con el espíritu de todo explorador que se precie. A los adultos muchas veces se nos olvida que hubo una edad en la que solo importaba la imaginación y la búsqueda del tesoro. Todo lo demás eran asuntos aburridos de adultos que parece que solo se divierten hablando, discutiendo e imponiendo su criterio mientras los chavales viven en la algarabía de un eterno verano (en el área 51).
En esta ocasión nuestros ya legendarios Txano y Óscar se enfrentarán a su aventura más tecnológica, robótica y digital hasta la fecha. Y es que lo que empieza como un lúdico torneo robótico al estilo Acero puro (Shawn Levy, 2011) o como los programas estadounidense tipo RobotWars o BattleBots acabará mucho más lejos. Iremos de un primer episodio competitivo de fuerza a las incógnitas de la inteligencia artificial que tan buenos momentos nos ha dado la literatura y el cine de ciencia ficción. Es entonces cuando aparece SUSI (Sistema Unificado Super Inteligente) para poner a prueba a nuestros héroes juveniles y hacer las delicias de los lectores. Habrá reticencias previas y preguntas clásicas con las que nadie está del todo tranquilo, incluso aplicando las tres leyes de la robótica de Asimov (la sombra de Skynet es alargada). Desde la gran historia de amor postapocalíptica de Pixar a las pastillas de la ciberpunk Matrix, la mente humana ha tratado de imaginar cuál será el futuro de las relaciones entre hombre y máquina. Es algo que con paso lento va colonizando ya no solo la imaginación sino, en ocasiones, la propia realidad. Ángulos y reflexiones de todo tipo que intentan que, al menos, nos vayamos acostumbrando a lo que está por llegar: (Inteligencia artificial, El hombre bicentenario, Her, Ex-Machina, Yo robot, Ready player one, Black Mirror…) Esto en lo concerniente a la relación entre el humano y la máquina y sin entrar en el transhumanismo que es un tema filosófico y ético que puede que lo cambie todo.
SUSI tendrá que enfrentarse a una pista americana cargada de obstáculos. Toda una yincana que pondrá a prueba las múltiples habilidades del robot, así como la creatividad, diseño e ingeniería de su creador. El nivel de dificultad crece y solo los más preparados podrán superar con éxito el reto. La fuerza ahora quedará en un segundo plano y será la maña y la habilidad lo que decante la balanza hacia la victoria o hacia la derrota. ¿Y qué ocurrirá cuando un robot tome conciencia de sí mismo? ¿Qué pasará cuándo se abra a la reflexión sobre la soledad, la finitud, la pertenencia al grupo, la asunción del binomio creador/creado (efecto Frankenstein y su monstruo)? En cualquier caso, SUSI se revela como una pieza única y singular que rompe las cadenas de programaciones y algoritmos para ir más allá (nuevamente por el camino de la aventura) y poder así desligarse de sus cadenas para abrirse a un mundo nuevo de posibilidades, descubrimientos y amistades.
Txano y Óscar siempre están en el ojo del huracán. Indagan por todas las temáticas y humanizan todos los campos de aprendizaje. Al igual que el espíritu exploratorio y curioso de todo chaval en edad de descubrir el mundo que lo rodea, al tiempo que se plantea nuevas e inquietantes preguntas a diario, así opera esta pandilla. Su valentía les lleva un paso más allá de lo prudentemente recomendable, pero solo gracias a su tesón y riesgo conseguirán ir forjando una personalidad compleja y bien armada para afrontar la etapa adulta con sus consabidos reveses e infortunios.
Una vez más, y ya van once, nos embarcamos en los sueños de los más pequeños, tanto de los protagonistas de estos libros como de sus lectores. No sabemos dónde acabaremos, pero sí sabemos que antes de empezar el viaje, este merecerá la pena. Txano y Óscar se resisten a crecer. El espíritu de Peter Pan anida en su interior y, gracias a ello, muchos de sus lectores nos mantenemos algo más jóvenes. Mientras unos afrontan el mundo con prístina mirada, otros rememoramos tiempos pasados de camaradería, exploración y aventuras. Además, los lectores de largo recorrido agradecerán un guiño a la mayor aventura juvenil de todos los tiempos (con permiso de los Goonies) por la ribera del Misisipi.
«Había descubierto, sin darse cuenta, una de las leyes fundamentales de la conducta humana, a saber: que para hacer que alguien, hombre o muchacho, desee alguna cosa, solo es necesario hacerla difícil de conseguir».