RESEÑA: ¡APÁRTATE, DESCARRIADA! – ANTONIA ROBERTO PÉREZ – EDITORIAL ALHULIA, 2022.

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TÍTULO: ¡APÁRTATE, DESCARRIADA!
AUTORA: ANTONIA ROBERTO PÉREZ – INSTAGRAM FACEBOOK
EDITORIAL: EDITORIAL ALHULIA, 2022 – WEB
PÁGINAS: 482.
¿DÓNDE COMPRARLO?:  AQUÍ

 – SINOPSIS –

La mujer suele soportar muchos pesares al subir las escaleras de su propia vida, obligada a transitar por terrenos empinados calzando incómodos tacones. En la década de los cuarenta, lamiéndose aún las heridas de la guerra fratricida, las mujeres estaban atenazadas por las convenciones, limitadas por el silencio impuesto, asustadas por las todavía presentes represalias contra sus familias y viviendo una dualidad vital que agrandaba las distancias entre sus actuaciones, sus decisiones y sus verdaderos sentimientos, que se quedaban encerrados en el sótano del alma. En ¡Apártate, descarriada! se narra la historia, entre otras, de una mujer obligada, por determinadas circunstancias derivadas de las actuaciones de los hombres, a ganarse la vida como prostituta en una de las casas de tolerancia legalizadas por el Régimen. Allí comienza una relación apasionada y sincera con un joven burgués y «respetable» de aquella España constreñida por la penuria, la escasez de alimentos, el aislamiento internacional, la omnipresencia de la Iglesia, la censura y la fuerza de las instituciones establecidas por la Dictadura. Ella luchará con todas sus fuerzas por derribar los muros y las injusticias de los que la condenaron y conseguirá convertirse en una mujer independiente y fuerte. Ellos pisarán las alfombras de flores mientras la nueva Teresa recorrerá su propio camino calzando sus propios tacones.

– AUTORA –

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Nació en Vélez-Málaga en 1955. Licenciada por la Universidad Complutense en Filología Hispánica, especialidad de Literatura Hispánica, en 1977, muy pronto empieza a impartir clases como profesora de Lengua y Literatura en diferentes localidades andaluzas y posteriormente en Francia y Marruecos. Amante de los libros y eterna lectora, ha publicado varios estudios y ensayos sobre autores consagrados, destacando su inclinación por Valle-Inclán, amén de una incursión histórica con la publicación de un libro sobre la historia compartida entre Tetuán y España durante el Protectorado español en Marruecos. Ha impartido cursos y ponencias sobre diferentes temas y vertientes literarias, y ha dictado conferencias, especialmente sobre Cervantes y Lorca, y sobre la situación de los escritores durante nuestra guerra civil. Actualmente retirada de la docencia tras treinta y ocho años de vida laboral, emprende la aventura de escribir su primera obra de ficción con esta novela intimista.

GUSTARÁarrow-145786__340

Cuando una obra exuda literatura por sus cuatro costados podríamos creer que gustará a todo el aficionado lector, pero esto no siempre es así. ¡Apártate, descarriada! será del interés de los lectores de las buenas historias narradas por una mano firme que conoce el oficio. Será absorbida con mayor deleite por quienes ya tienen una buena mochila lectora a sus espaldas, pero podría alejarse de los lectores de novela rauda, frenética y cargada de ritmo cinematográfico. Esta obra gana por la descripción quirúrgica de un tiempo pasado en el que la voz de las sensibilidades femeninas resuena con fuerza.

– NO GUSTARÁ arrow-145782__340.png 

A los lectores voraces que prefieren productos de consumo rápido puede que, las casi quinientas páginas de la presente obra, se les puedan atravesar. Tampoco será la lectura predilecta de aquellos amantes del espectro thriller, de giros inesperados y fuegos de artificio narrativo. ¡Apártate, descarriada! habla desde la pausa, el conocimiento del lenguaje y la pintura profunda de la psique de sus actores.

– LA FRASE vintage-1751222__340.png

«… A Madam Frufrú no le gustaba que se vistieran del mismo color, decía que <<el escaparate>> debía ser variado y multicolor para los clientes, y ambas se habían empeñado en escoger vestidos rojos para esa tarde que se esperaba movidita. Orquídea, a la que le gustaba más una discusión que a un viejo verde una niña virgen, se metió en palabras ajenas, lengúetona y machopingo, también para variar…»

– RESEÑAletter-576242__340.png

MSDPRWO_EC015_HSegún María Garzón, redactora del medio Sensacine, a 15 de julio de 2022, la película Pretty Woman se ha emitido treinta veces en abierto en la televisión española, con unas cuotas de audiencia de entre el 55,6% (en su primera emisión en TVE en 1994) y el 11,5%. La película dirigida por Garry Marschall y protagonizada por la mítica pareja de Richard Gere y Julia Roberts nunca ha bajado del millón de espectadores. En la mayoría de las ocasiones ha sido la emisión más vista del día. Curioso fenómeno que va más allá del carisma de los actores. Hay algo más profundo en la proyección narrativa y en la curva de aprendizaje de estos protagonistas. Algo poderoso persiste en el clásico arco argumental del patito feo que se convierte en cisne. El concepto de My Fair Lady siempre ha planeado en la narración de superación personal de los personajes femeninos. Mientras que el arco de superación masculino tradicional va por otros derroteros más cercanos al desarrollo del héroe aventurero, el femenino se ha tenido que enfrentar a desafíos y pruebas diferentes, casi siempre orientadas a su condición en la sociedad que le ha tocado vivir.
Los problemas por superar de hombres y mujeres, tanto en la narrativa de ficción como en la realidad, que no dejan de ser estos últimos espejo de los primeros, son el reflejo de la historia cultural, antropológica y de la propia biología de ambos sexos. El cliché de cenicienta, de bella durmiente o de cualquier princesa desvalida que tiene que ser salvada por un príncipe apuesto y de abultada faltriquera y posición, es una premisa básica y razonada de todo relato clásico. Pero los tiempos cambian. La independencia económica, el desligamiento de los cuidados de la progenie y del hogar, la tecnificación progresiva de las labores más duras y demás signos de arrojo conllevan a que las mujeres puedan encarar nuevos tiempos de igualdad en derechos y obligaciones, que es lo que se le pide a toda sociedad democrática contemporánea. En ¡Apártate, descarriada! nos encontramos a una joven en tiempos de dictadura. Momento histórico en el que la hipocresía se muestra de manera palpable en toda sociedad que esté bajo su yugo. De manera especial es en las clases poderosas y adineradas donde más se pone de manifiesto. <<Consejos vendo que para mí no tengo>> que diría aquel. Y es que no es posible ponerle puertas al campo. Ni la huelga de Lisístrata pudo ser indefinida, ni la prohibición del alcohol en EE. UU. llegó a superar unos escasos diez años. Toda prohibición tiene una mejor o peor justificación, pero si no se encuentra en el ADN de la propia cultura o en la ética personal es muy difícil que prospere. ¿Y qué decir de la acuñada como profesión más antigua del mundo? Pues que en sus muchas ramificaciones, formas y contextos seguirá abriéndose paso mientras exista oferta y demanda.
la-la-landEn la presente novela, Antonia Roberto Pérez nos presenta un jardín de flores diversas que ejercen su profesión en una casa de moral distraída a la que acuden a probar sus mieles avispones de toda condición. Este lupanar, conocido por todos en privado, pero del que se reniega en público, es el centro inicial de la novela. Está regentado por una flor ya adulta y marchita que trata de que las más jóvenes cumplan el propósito para el que están destinadas y así puedan regar su cuenta corriente con los servicios íntimos que ella ya no puede ofrecer. Tenemos entonces una cenicienta (de saldo y esquina que diría Sabina), un príncipe medianamente azul y varias madrastras/celestinas. Partimos de esta premisa para seguir muy de cerca las correrías de Teresa (su nombre fuera del jardín de flores) en su lucha por alcanzar un estatus que le aleje de su precaria situación presente. Ya en la propia portada de la novela vemos el cuerpo de una mujer sin rostro, triste realidad de una profesión de facciones olvidables y cambiantes. Dos elementos nos llaman la atención: el color amarillo y los zapatos de tacón de distintas tonalidades. El tono amarillo tiene la dualidad de ser de una parte, alegría, lozanía, creatividad, optimismo, juventud, opulencia, luz, pero también es el color de la tentación, la curiosidad, el complejo o lo prohibido. No es casual que la portada de la primera edición inglesa de Drácula (Bram Stoker, 1897) sea amarilla, cuando hoy en día el rojo y el negro predominan en sus nuevas ediciones. Tampoco es coincidencia el título empleado en El misterio del cuarto amarillo (Gaston Leroux, 1907). Al igual que tampoco es casual el tono amarillo del vestido de Emma Stone en la película La La Land (Damien Chazelle, 2016). Teresa bogará entre varios de los significados de este color, entre la luz de los sueños y las pesadillas de la realidad.
seccic3b3n-femenina1Respecto al estilo y al lenguaje empleado, la autora hace gala de su formación literaria y experiencia docente para adecuar la voz y el tono a una España que tiene todavía muy cercana su guerra fratricida y en la que la rigidez de las costumbres no se irá relajando hasta entrados los años cincuenta. Utiliza un lenguaje y estilo descriptivo sencillo, pero elegante. No pretende apabullar con descripciones pormenorizadas ni con recursos elevados a los lectores, aunque podría. En cambio, la limpieza de su prosa y la concreción del lenguaje se ponen a disposición de la trama para que esta pueda avanzar con naturalidad. Expone, con acierto, los elementos más destacados de la historia que pretende trasladar al lector sin marearlo innecesariamente con prolijos vericuetos genealógicos o laberínticos senderos sin retorno. La autora pone el foco en los sentimientos de los personajes y en los lazos que los unen y separan dentro de un contexto que se amolda a la imaginación del lector con facilidad. La pintura de cómo se desarrollan y se protegen los personajes según sus características morales e intereses particulares logra inmediatamente la empatía del lector. Son tiempos revueltos en los que conviven una generación nacionalcatólica fiel a la rectitud con otra, que quiere abrirse a un mundo nuevo en el que dejar la guerra atrás y experimentar el desenfreno del amor y la vida.
Antonia Roberto Pérez utiliza un original uso formal de los diálogos al intercalarlos de tal manera en la descripción que suenan con mucha más fuerza. Cortos, callejeros y apretados. Dan una sensación de charla fluida y trepidante entre los varios personajes que a veces se juntan para conspirar y maquinar el designio de los hombres. Estos utilizan la violencia como método opresor clásico, pero serán las mujeres mediante el uso de métodos más discretos y elaborados los que consigan sus objetivos. En ¡Apártate, descarriada! somos testigos del poder femenino en la elaboración de un fuerte hilo de Ariadna para atravesar cualquier afrenta masculina. Son varios los personajes de esta novela que confabulan, mediante las artes de la estrategia y la paciencia metódica, para alcanzar fórmulas con las que acercar el ascua a su sardina y, así, salirse con la suya.
08-07-2014-10-33-08-1024x765Respecto a la voz de los personajes, la autora ha realizado un gran esfuerzo y trabajo en modularlas e integrarlas en sus respectivas clases sociales. La jerga fluye, acota la temporalidad de la novela y ayuda a la inmersión en la misma. Trae a primera línea fórmulas ya perdidas del trato personal. Introduce vida y animación en la lucha de intenciones y pretensiones contrapuestas de cada uno de los protagonistas y actores secundarios.
Son tiempos de «la santísima trinidad local» formada por el alcalde, el párroco y un oficial de la Guardia Civil. Quienes lo recuerden, lo hayan estudiado, o se hayan topado con ellos en la ficción, sabrán saborear con fruición esta época del blanco y negro, de hipocresía social, hambre que hacía espabilar, rencillas familiares aún no depuradas, envidias inveteradas y miedo a sacar los pies del tiesto. Ya lo comenta un personaje en un momento dado <<El hombre es fuego, la mujer estopa… Viene el diablo y sopla>>. Esto ocurre en una escena de la obra que nos hace rememorar su faceta más esperpéntica y sarcástica con el Régimen, trasladada a la película Amanece que no es poco (José Luis Cuerda, 1989): “Como sabéis, mañana hay elecciones y siguiendo nuestra costumbre tenemos que decidir primero quién se presenta a puta, segundo quienes se presentan a adúlteras, tercero si hay alguna que quiere meterse monja y cuarto si hay alguna que le interese ser marimacho”. Recordemos también la sátira de la Escopeta nacional (Luis García Berlanga,1978): «Lo que yo he unido en la tierra no lo separa ni Dios en el cielo» pronunciada por el personaje del párroco, encarnado por un genial Agustín González, da una pista muy interesante de la hipocresía confesional de la época.
5f6270887468f..82-0-1024-627¡Apártate, descarriada! tiene mucho para su disfrute sosegado. El ritmo de una pequeña localidad y la idiosincrasia de sus gentes es el pilar de la obra. Los nexos discursivos entre todos ellos son interesantísimos. Hay enredo y tragicomedia de Lope de Vega, desazón de Carmen Laforet, mordacidad de García Berlanga, incluso burlesque y vodevil a lo entremés cervantino. Y, sobrevolando por encima de todo, un irrefrenable canto a la libertad, al amor adolescente y a la lucha por la rotura de los mecanismos tradicionales de adoctrinamiento social y político que lastran la vida de aquellos que son culpables de soñar con una vida mejor.

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