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EGOS

EGOS

– GUSTARÁ:
A aquellos lectores que tienen predilección por la sorpresa conceptual en el contenido de los textos que caen en sus manos y de todo lo que se sale de los géneros literarios establecidos y encasillados. A los amantes de la lectura activa de reflexiones y de puntos de vista diferenciadores encontrarán aquí un fiel vehículo de transporte literario.

– NO GUSTARÁ:
A los lectores habituales de novela de “presentación, nudo y desenlace” clásico. Tampoco a todos aquellos que prefieren encontrarse con textos más digeribles, estables, reconocibles y estandarizados y que no se la juegan con heterodoxas formas de abordar las inquietudes de un autor mediante contenidos más íntimos y personales.

– LA FRASE:
“Uno de los antídotos más poderosos que existe para detectar a la sombra es mediante el espejo. Consideremos que todo lo que nos ocurre en la vida, las situaciones y las personas con las que nos relacionamos están continuamente reflejando algo que tiene que ver con nosotros. Tanto aquello que más aborrecemos de otros como lo que más amamos nos está dando pistas de algo no integrado dentro de nosotros”.

– RESEÑA:
Hoy traemos para reseñar, Egos, de Soco Cordente (ganadora del premio Círculo Rojo al mejor libro de relatos 2017). Nos hallamos ante una colección de retazos reflexivos, pedazos desgajados de notas tomadas a vuelapluma, narrativa con aires de poesía novelada y piezas de una laberíntica aproximación a un tema que capitaliza la atención de la autora: El/los Ego/s. Vanidades de autodefensa, orgullos infantiles de enfadarse y dejar de respirar, engreimientos vacuos rellenos del reflejo de las carencias de aquellos que viven más pendientes de la ventana del prójimo que de la independencia propia. Espejismos de modas efímeras que rondan y ponen a prueba la valía de cada individuo en la búsqueda de su lugar en la sociedad en la que le ha tocado vivir. Egos, al fin y al cabo, que paralizan, cercenan y desorientan el verdadero propósito de aquel que hace del apego material y espiritual un lastre para su desarrollo personal y social.

En el presente libro encontramos una recolección de sombras (algunas de ellas juegan al despiste a plena luz del día pero otras, más esquivas, se esconden en los recovecos más recónditos del alma humana). Un eterno y cíclico juego del “pilla-pilla” entre los espejos jungianos de la dualidad del Doppelgänger. La autora analiza en sus pequeños puzzles de ficción al William Wilson que todos llevamos dentro y que no termina de tomar su propio rumbo rompiendo el cordón umbilical al que nos tiene sometidos en la mayoría de las ocasiones. Soco Cordente, a lo largo de un interesante prólogo, pone los cimientos en los que apoyará su obra. Una introducción (e introspección) que permitirá saber a lo que nos enfrentamos durante las siguientes páginas. El lector, una vez ya avisado de por dónde van los tiros, pasará al salón de té para degustar una miscelánea que nace de la unión de micro reflexiones y relatos de corta extensión. En ellos nos encontremos ficciones de dos tipos: unas más cercanas al relato corto tradicional y otras de un corte más poético y telegráfico, donde las ideas y las reflexiones cobran más protagonismo que la propia historia. La temática es variada, jugona, cavilante, ajena a la perfección y de braceo suelto y cambiante. En el mismo redil se pueden encontrar visos de 1984, del efecto pigmalión (y de su reverso tenebroso: el efecto golem) o del avasallador rey de medios de youtube. Se cuela también la obra de Almodóvar, un piano atemporal, metáforas sobre Jack el destripador, el doctor Jekyll y Mr. Hyde, Anne Rice, Rodin, Dalí… y hasta de la mismísima Daenerys de la Tormenta, Madre de Dragones y Rompedora de cadenas. Algunas pinceladas matritenses podemos encontrar también.

En Egos existe, además, un crítico ahogo espiritual descendente de El lobo estepario de Hermann Hesse, donde el individuo se siente incapaz de frenar lo que nace en su interior cual alien de la nave Nostromo. La crisis que no pueden curar los antidepresivos lo hará el conocimiento final de los resortes psicológicos del individuo, dándose cita cuando el personaje de este drama accede al teatro mágico y participa en un rito iniciático que le hará entender mucho mejor el porqué de sus desdichas. Este bautizo en las aguas del río Jordán será la única forma de mirar al mundo con los ojos del superhombre de Nietzsche.

La presente obra, pese a su brevedad, esconde una lectura interesante y relajada. Imposible poner el piloto automático de un duermevela como a veces se realiza a altas horas de la madrugada con un thriller. En el presente relato, para atar en corto las intenciones de la autora, es necesario mantener la atención durante toda su lectura. Las capas interpretativas se suceden con cadencia de celuloide. Nos encontramos ante uno de esos libros de difícil clasificación. Los lugares comunes y las etiquetas no son aplicable al presente texto ya que, aunque esté cerca de la colección de relatos, bebe también aires de una irreverente antología poética en prosa o de un libro de microrrelatos temáticos. Con todo este caldo de cultivo de lo más variopinto, Soco Cordente ha orquestado un intimista relato acerca de un área temática de la que es seguidora incondicional; los egos: su sentido y funcionamiento. De sus reflexiones también participará el lector viéndose identificado en momentos puntuales de la narración. ¿Cómo sería un mundo libre de los humos de los egos personalistas que colo conducen a las vías sin salida?

P.D. Comentar también la curiosa coincidencia al mencionar la autora al coach José Deconde en su introducción. Profesional que conocimos personalmente hace recientes fechas en Literania 2019.


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