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MISTERIOS EN MADRID

MISTERIOS EN MADRID

– GUSTARÁ:
A gatos, gatas y demás felinos ávidos de historias, algunas olvidadas, sobre lugares que patean diariamente pero que desconocen sus cruentas, fantasmagóricas y esotéricas leyendas e historias secretas. También será del interés de todos aquellos amantes del misterio en general, ocurra donde ocurra, y fieles seguidores de Fernando Jiménez del Oso, Javier Sierra, Iker Jiménez, Enrique de Vicente, etc…

– NO GUSTARÁ:
A los temerosos de dormir con la luz apagada y a los que, aun amando el género de misterio, prefieren aquellas obras donde la profundidad ensayística sea mayor. La presente obra esboza cada misterio de una forma escueta; de esta manera se agiliza la narración, pero seguro que deja a algún lector por el camino con ganas de más.

– LA FRASE:
“El hecho de ser intemporales nos daba un rasgo de singularidad respecto a los demás felinos, que no disfrutaban de nuestros privilegios, como el de hablar con los fantasmas o seres incorpóreos, lo que hacía que nuestro aislamiento respecto a los demás fuese manifiesto”.

– RESEÑA:
¡Ha vuelto Madriles!, ¿se acuerdan?, el Gato Madriles que nos deleitó con su personal Historia de Madrid.
Si aún no has podido hacer memoria sobre él quiere decir que todavía no has tenido la oportunidad de leer su anterior obra, pero eso no debe preocuparte, busca y encontrarás. En todo caso este peculiar minino se abre a su público, y desnudaría su alma si la tuviera cada vez que toma contacto con él. Es fácil conocerlo tal como se muestra y uno piensa que también comprenderlo, pero eso último es menos seguro. Resumiendo, el Gato Madriles se hace perfectamente reconocible y consigue que Manuel G. Sanahuja, su “negro”, lo plasme con sencillez y fidelidad, acompañado en esta ocasión por una variopinta tropa gatuna encabezada por su hermana del alma Cibelina, el amor de su vida Ágata y un nutrido grupo de familiares y amigos de diversas etapas de sus vidas y procedencia. La cuestión es que si has nacido, has vivido, o vives en Madrid, sus Misterios te atraparán. Pero también si eres forastero, con proyecto de visitar la Capital del Reino de España, debes prepararte para conocer las sorpresas que puedes encontrar en los rincones más insospechados. Sin desmerecer a los del “foro”, más o menos avisados, hay que recomendar a los visitantes las narraciones de Madriles, no sea que en cualquiera de sus visitas a un museo, una iglesia o un palacio se lleven un susto morrocotudo. Prevenidos quedáis.

Madrid como ciudad castiza y vieja, en el mejor sentido, arrastra misterios y secretos, rumores y leyendas, que en la actualidad no son fáciles de divulgar y “diseccionar” por el método tradicional, es decir, en los corrillos de los mentideros, mercados, cafés o posadas de postas. Afortunadamente quedan entusiastas, como Madriles y su “negro” Manolo, que investigan, curiosean, reverdecen, escriben y divulgan lo que otros, de manera placentera y cómoda, “degustamos” sobre Madrid. Las llamadas nuevas tecnologías, cada día menos nuevas, contribuyen notablemente a ese empeño cuando son utilizadas con solvencia y sentido de la eficacia comunicativa. Ese pícaro ser intemporal, que es el gato narrador de los Misterios en Madrid, ha tenido el acierto de incorporar, en cada capítulo de su libro, un enlace (código QR) que, teléfono “inteligente” en mano, nos transportará instantáneamente al escenario de cada narración. De esta manera, cual viaje en alfombra mágica, podemos saltar instantáneamente del papel a la pantalla y conocer más detalles del interior de un cuartel, de un palacio o de un tanatorio. O simplemente amplificar las referencias históricas del lugar. Así, nos parece, que se cierra el círculo virtuoso pretendido por la labor divulgativa del autor. El libro nos ofrece sabrosas, curiosas, o inquietantes historias que se refuerzan con contenidos de apasionantes blogs, webs o foros. Que a su vez pueden devolvernos a los Misterios de Madrid, ya con una visión histórica más extensa de cada escenario y su entorno. Descubrimos que el círculo, una vez cerrado, tiene un diámetro notablemente mayor que el original.

Por si aún algo faltara, la bibliografía que se nos ofrece en los Misterios de Madrid es como el cesto de cerezas de la fábula, si se te ocurre tirar de uno de sus títulos te verás enganchado y, muy probablemente, condenado a leerlos todos. Centrándonos más escuetamente en el libro en sí, intentaremos dar unas pinceladas sobre lo leído procurando no “destripar” ningún final feliz ni infeliz. En ese intento tropezamos desde el inicio con una “dificultad literaria”, que no por ser grata, deja de limitar nuestra expresión, a saber: en el Prólogo de Manu García del Moral (Secretos de Madrid), seguido de la Presentación de Manolo G. Sanahuja y concluyendo con la introducción del propio Gato Madriles, encontramos la mayor parte de las opiniones y comentarios relevantes y certeros que se pueden hacer sobre la obra. Pareciera que hubiesen acordado, entre los tres, conjuntar un atractivo mosaico. Volver o glosar sobre ello sería reiterativo, así que nos limitamos a recomendar su lectura de primera mano, o de primera pata.

En todo caso, sabido es que los misterios tales son, si no lo fuesen serían certezas o hechos revelados, así que nos encontramos en un terreno de difícil transito para quienes no somos auténticos felinos intemporales como Madriles, aunque seamos genuinos “gatos castizos”. La consecuencia del interés despertado y aprovechando que, según narra Manolo G. Sanahuja, el minino en cuestión tiene una imaginación desbordante y sus fronteras entre lo real y lo quimérico no están nítidamente dibujadas, hemos seguido su estela y “jugado” como Robert Langdon en el bestseller Ángeles y Demonios de Dan Brown. Utilizando el socorrido Google Earth, ya puestos en interacción tecnológica, trazamos con la regla una ruta a partir de la Fuente Diabólica del capítulo 33 (Fuente del Ángel Caído) y la fuimos uniendo con otros lugares mencionados en el libro. Después sustituimos los orígenes y destinos por otros cuya casuística pudiese tener relación, o no, entre ellos. Los resultados, como era de esperar, nada tuvieron de científicos y la mayoría fueron definitivamente estrafalarios, pero algunos le hubiesen gustado al Gato Madriles y a sus gatunos compañeros de correrías. Que la razón no te estropee un buen dibujo o una buena leyenda.

En el mundo de los Misterios en Madrid todo es empezar, como en la citada cesta de cerezas, si tiras de la primera, Madrid te cautivará desde su lado más oscuro y enigmático. ¡Viva Madrid!

E id organizando la agenda de 2020, que la cosa no termina aquí…


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