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XANINA

XANINA

– GUSTARÁ
A todos los pequeños aventureros de la casa que quieran fantasear con salir al mundo a aprender todo lo que allí les está aguardando. Gustará también a los padres que prefieren que sus hijos corran mil aventuras pero siempre dentro de cierta responsabilidad y seguridad. Los amantes del folclore de hadas, duendes y demás seres clásicos de cuento también estarán de enhorabuena.
– NO GUSTARÁ
A aquellos que prefieren los cuentos clásicos ya sabidos por todos de Andersen, Grimm, Perrault, etc y que no gustan de apartarse de la zona más conocida de moralejas ejemplarizantes de toda la vida.
– LA FRASE
“Y fue en aquel preciso instante cuando Xanina se dio cuenta de las cosas que no había hecho bien: <>, repetía sin cesar”.
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar: Xanina, la pequeña hada de la fuente. Breve pero intenso cuento infantil que nos hace viajar a un mundo fantástico con el acompañamiento pictórico de la ilustradora Rosa Ureña. La presente obra cuenta con una original premisa que captará el interés de los niños a los que va encaminada, pero que también, servirá a los adultos que hagan de lectores a sus hijos de senda constructiva de sentimientos y personalidad. Xanina, esboza muchas de las herramientas y circunstancias que se encontrará el pequeño lector en la larga vida de sinsabores que le quedan por vivir. En esta prosa se deslizan mensajes y enseñanzas subliminales que están adecuadamente engarzadas para que en ningún momento el lector perciba una moralina aleccionadora, sino más bien una aventura clásica e intensa. De tono cercano, sencillo y poético, nos ponemos en la piel de la protagonista con plena naturalidad.
Lo primero que nos ha recordado al tener este volumen entre las manos es al legendario clásico, Hadas, de la editorial Montena. En él se dan cita una de las mejores exploraciones del mundo mágico, lleno de salvaje belleza, de todas las tipologías de hadas. Ellas viven en un reino de fantasía, de exquisito deleite y deliciosos peligros. Alan Lee yBrian Froud, realizan un estudio pormenorizado de la historia del mundo de las hadas. Se valen de antiguas fuentes de información, como las historias celtas o la tradición oral inglesa e irlandesa, etc. Examinan mitos y leyendas dándoles vida a sus hallazgos con más de doscientos dibujos e ilustraciones (alguno de ellos terroríficos, ya que todas las hadas no son, ni quieren ser buenas).
Xanina, la pequeña hada de la fuente, parte del cíclico y eterno Monomito o Camino del héroe de Joseph Campbell. Desde Ulises a Superman, pasando por Frodo Bolsón o la teniente Ripley, todos estos protagonistas han tenido que hacer un largo viaje de transformación y superación para encontrar su lugar en el mundo y para salvar su propia alma de la destrucción. Al igual que en los mitos clásicos, en los modernos, y ya en el plano infantil de Disney, se sigue la propia senda del héroe. Todo parte de la ausencia física o moral de los progenitores, o al menos de uno de ellos: (La sirenita, El rey León, La bella y la bestia, Blancanieves, Bambi, Dumbo, La Cenicienta…). En todos estos casos, ante una situación familiar de desamparo, tendrá que ser el joven protagonista el que haga de tripas corazón y se enfrente a las responsabilidades y designios de la vida. Xanina, no será un caso diferente. Ella tendrá que enfrentarse a la pérdida y a una súbita responsabilidad. Pero como no es posible ponerle puertas al campo y censurar las preguntas que todo adolescente se cuestiona acerca de la vida y de su lugar en ella, el hada protagonista de este relato sufrirá su propio “rito iniciático de paso” del antropólogo francés Arnold van Gennep. Pues es en el fragor de la aventura y lejos de casa donde se aprenden las lecciones más provechosas.
No es casualidad que niños de todas las culturas y condiciones sociales hayan bebido de las fuentes de los cuentos clásicos. En sus mil variantes, todos recogemos el testigo de la antigua tradición oral de nuestros mayores, que no hacían otra cosa que prepararnos para la edad adulta, mediante metáforas e historias que, si bien eran inventadas, tenían un trasfondo muy real. Los ritos preparatorios han existido desde siempre y son imprescindibles para que el niño se convierta en adulto. Los ogros, princesas, enanos, madrastras, magos, dragones, o encantamientos, son el espejo de los conceptos de avaricia, lujuria, envidia, hermanamiento, justicia, templanza, bondad, egoísmo, etc. El niño antes de salir físicamente a un mundo hostil se enfrentará, bajo la protección de las sábanas, a lo que está por venir. Los padres intentarán defender a sus hijos de la locura exterior el mayor tiempo posible (concepto ejemplificado soberbiamente en la película “El bosque” (The Village) del director M. Night Shyamalan). Es interesante ver cómo esta tradición ha sido fagocitada y edulcorada en gran medida por los medios audiovisuales y, en concreto, por la franquicia Disney. Es necesario volver a la fuente para descubrir que los finales felices tal y como los creemos conocer no son realmente así. A veces la maldad vence, a veces el sacrificio del héroe no es suficiente, a veces el príncipe no salva a la princesa, a veces, al fin y al cabo, el vengativo mundo nos gana la partida. Las perdices se las comen los malos en sus cubículos infectos. Pero Xanina es mucha Xanina, y con la ayuda de numerosos seres de fantasía, conseguirá poco a poco acercarse a su objetivo. Habrá espacio para hablar y reflexionar de valores como: la amistad, la responsabilidad, la honestidad, la tolerancia, el respeto o la lealtad.
También habrá lugar para el miedo, externo e interno. El miedo a salir de la zona de confort en la que prima, sobre todo, la seguridad. Miedo que se supera en muchas ocasiones viajando. Muchos problemas de la sociedad heterogénea actual en la que vivimos se curarían saliendo de la charca particular en la que estamos todos instalados y en la que no dejamos que entren los rayos del sol. Es la infancia desprejuiciada mucho más grande de lo que pensamos desde la ordenada mente analítica del adulto, aunque a veces muchos piensen que la amenazante inocencia debe ser purgada, para inmediatamente arrojar a los pobres imberbes desafortunados a la rueda de la vida, con todas sus angustias y sinsabores.
A Xanina, la pequeña hada de la fuente, le quedan muchas aventuras por delante, siempre que, como en la inmortal obra de Peter Pan de James Barrie, haya humanos que crean en ellas y sigan batiendo palmas.


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