Una vieja casa en la que Elisa y Mario comienzan su vida juntos, aunque desconocen que el destino les ha guiado hasta allí, quizás con la oscura intención de cerrar el círculo. Una historia de amor y desamor, de inocencias mancilladas y de casualidades macabras que, como pequeñas fichas de dominó, crearán una cadena imparable hasta la caída de la última y definitiva. “Fue la última vez que vi la casa, y no me arrepiento de haber profanado su duermevela de moribunda, en mi afán desesperado por entender, por apresar de entre aquellos muros el sufrimiento que sigue corroyendo, después de tantos años, el alma de mi querida madre”.
– AUTORA –
– GUSTARÁ
A los amantes de una época desaparecida, donde las ilusiones de parejas primerizas llenaban de nueva vida los edificios de las grandes ciudades españolas que habían soportado las más oscuras calamidades durante la guerra civil española. Será del interés de aquellos lectores que gustan de personajes que arrastran muchas miserias y que están faltos de la fortaleza innata que, en muchas ocasiones, nos encontramos en la literatura en general. Réquiem por Elisa es una pequeña fotografía en movimiento de la tragedia humana cuando los astros se alinean para que el sufrimiento aflore.
– NO GUSTARÁ
A aquellos lectores que quieran tener bien claro a lo que se enfrentan y al género que pertenece el libro que tienen entre manos desde la primera hoja. Tampoco será del interés de aquellos a los que la tragedia, en mayúsculas, les desvela de sus pacíficos sueños. También podría quedarse algo corto a los lectores que prefieren una mayor extensión descriptiva en los hechos y en el trasfondo en el que se cuentan las historias que abrazan. Si algunos echarán de menos la falta de contexto, otros agradecerán que la narración se circunscriba a hechos muy concretos sin excesivas ramificaciones ni vericuetos paralelos a la historia principal.
– LA FRASE
«Porque a Elisa, de una forma tan irracional como repentina, desde hacía unos meses se le había metido en la cabeza una supuesta imposibilidad de engendrar. Aunque había oído en multitud de ocasiones que, aún sin haber problemas de fertilidad, a veces los embarazos tardan un tiempo en producirse, ella se había obsesionado, reaccionado en exceso ante algo por lo que, en principio, no tendría que preocuparse. Mario intentaba consolarla, <<Mira al catedrático de Historia del Arte, cinco años pasaron hasta que tuvieron el primero… Y ahora son familia numerosa>>. Pero Elisa no entraba en razón <<Que esto no es normal, Mario, creo que tengo un problema>>, incluso se diría que ni siquiera lo escuchaba, y Mario se disgustaba ante esta actitud negativa, terca y derrotista de su esposa, convencido de que si Elisa se sugestionaba demasiado, el embarazo no se produciría, la mente tiene un poder increíble sobre el cuerpo».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar: Réquiem por Elisa, de Almudena Bustamante. Una obra que cabalga muy bien engarzada entre dos géneros que consiguen fusionarse en uno gracias a la pluma de la autora. Incluso, pese al arriesgado título, directo y palmario, que no oculta ni esconde sus intenciones ulteriores, la narración no pierde un ápice de interés. Nos encontramos, por fondo y forma, con un caso en el que lo que se cuenta, el cómo se cuenta y el contexto en el que se cuenta van de la mano. La dificultad de una ficción novelada se acrecienta cuando se sitúan hechos y personajes alejados del presente en el que se han escrito. La óptica y el punto de vista cambian. Muchos autores están tentados, por desconocimiento o por falta de recursos, a transcribir hechos pasados con las reglas o maneras del presente. Este recurso podrá valer a los poco leídos o a los que el trasfondo o contexto de la historia no les sumen enteros en la calidad de las lecturas elegidas. Pero a los lectores avezados en mil lides, estos desencuentros les chirriarán si se han tratado con mano torpe, o les entusiasmarán si han sido tratados con mimo y oficio.
¿Y qué nos encontramos en este particular réquiem? La autora dosifica las partes más realistas y costumbristas de la novela con las más relacionadas con el género negro/policíaco o de pura tensión dramática. Otro as en la manga es mantener el género de la novela en un perfil bajo, silenciado, velado detrás de la cotidianidad de sus personajes. El lector indagará en si la novela se interna en el relato fantástico o permanece en el mundo de la pura (y dura) realidad. Todo se irá desvelando en el momento en el que un género fagocite al otro y queden las cosas claras, pero para ello habrá que avanzar bastante en la lectura para llegar a esta recompensa. El lector, hasta ese momento, bogará con la alternancia de saber si se está enfrentando a La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968. Película con uno de los spolier/desvelamientos más grandes de la historia del cine. Su título original, mucho más sugerente y apropiado: Rosemary`s Baby) o Historia de una escalera (Antonio Buero Vallejo, 1949) en la que el costumbrismo es la piedra angular del relato. Tanto en estas dos obras como en Réquiem por Elisa el papel coral de los personajes es fundamental. No es un plantel muy amplio pero, sobre todo, aquellos vecinos pertenecientes al propio edificio, generarán unas interacciones sutiles en algunos casos, y directas y confrontadoras en otros. Estos despertarán sentimientos encontrados entre los lectores: desde el odio más exacerbado, pasando por la piedad, la empatía, o la asunción de que hay personajes que han sido tan fustigados en la vida que su toma de decisiones roza, peligrosamente, la psicopatía y la locura.
Réquiem por un sueño salta de un episodio luctuoso en los últimos años más duros de la posguerra, que marcará el destino de la novela, hasta mediados de los sesenta. La guerra civil española va quedando atrás y, aunque sus cicatrices son alargadas, las familias vuelven a retomar las ilusiones que se quedaron en barbecho a lo largo de tres años y su posterior década de penurias económicas y sociales. Las parejas jóvenes buscan crear una vida en común y llenar de llantos y risas las estancias que, con anterioridad, estaban ocupadas por la desidia, la falta de esperanzas y el recelo entre vecinos que hundían sus miserias en delatar a sus convivientes de escalera. Estas esperanzas se instalan en la pareja protagonista que, aunque de muy distinta condición social, se prometen amor eterno para forjar un nuevo nido en común. Pero el destino, que es muy cruel, les pondrá en la línea del interés de terceras personas para que paguen por su perfecto idilio. La envidia y la crueldad de sus habitantes que, con tanto acierto supo retratar Álex de La Iglesia en La Comunidad, tomará forma y dramatismo en el último tercio de la función. Nada queda aquí de 13, Rue del Percebe o de la serie Aquí no hay viva o La que se avecina. El lector sentirá a partir de determinado punto de la narración que la máxima de que: <<De aquellos polvos, estos lodos>> cobra todo el sentido. Cuando todo se tuerce y se corre desbocado cuesta abajo, la tragedia es la única vía de escape para unos personajes encharcados de sufrimiento. En una especie de Ventana indiscreta de Hitchcock se mueve la incapacidad de muchos para centrarse en sus asuntos y no en los de los demás. Las obsesiones y los traumas del pasado no son buenos compañeros de camino.
Réquiem por Elisa reivindica los personajes curvilíneos, con más flaquezas que fortalezas. Despojados de su razón y su ilusión por verdugos anónimos, existen almas errantes que son incapaces de encontrar su lugar en el mundo si no es cercenando la privacidad y la felicidad de los demás. La novela además habla del delicado momento de la situación de la mujer en una sociedad que la postergaba a funciones puramente caseras y reproductoras. Aunque, paso a paso, sus reivindicaciones y plantes ante la injusticia social se iban abriendo, quedaba todavía un trecho muy largo que andar, tanto dentro de la propia familia como fuera. También se reflexiona acerca de la distancia de los distintos estratos sociales y de cómo influían (e influyen) en el trato dispensado hacia ellos, tanto por las autoridades como por el resto de los que duermen bajo su paraguas. En definitiva, Réquiem por Elisa es una interesante pieza de humanización de personajes que, en pocos metros cuadrados, hunden sus raíces y sus penas en una vida que no se merecen, pero que el destino les ha hecho compartir.