ULTRAMARINOS Y COLONIALES – ÓSCAR BILBAO – AUTOPUBLICADO, 2020

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TÍTULO: ULTRAMARINOS Y COLONIALES. 17 RELATOS Y UN (FALSO) POEMA.

AUTOR: ÓSCAR BILBAO.

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EDITORIAL: AUTOPUBLICADO, 2020.

PÁGINAS: 114.

¿DÓNDE COMPRARLO?:  AQUÍ

 – SINOPSIS –

Ultramarinos y coloniales, pulperías, colmados, abarrotes, expendios, ramos generales, tienditas…, muchos nombres para un mismo lugar según del lado del Atlántico en el que te encuentres: almacén y tienda, especialistas en nada y llenos de todo, en los que se mezcla el olor a bacalao con el del café y las especias, en los que se pide la vez y se fía a una clientela que es del barrio y como de casa. En los que jugar cartas y ver televisión las aburridas tardes de domingo. Casino, centro cultural, mentidero, trastienda de amores furtivos y estraperlo… Lugares de una época que ya no va quedando, que fueron comidos por todoacienes que se inflaccionaron hasta todoauneuro, que se travistieron en chinosdebarrio y badulaques, que los que aguantan aferrados a sus mostradores de mármol blanco desgastados por el paso del tiempo y las monedas son la resistencia. Qué mejor título para un libro que mezcla con desorden relatos salvajes, de amor y desamor, de vida y de muerte, cuentos que quieren hacer reír, o llorar, o las dos cosas. Picantes como el chile o amargos, y tristes, como una acelga. 
Antiguos algunos, casi Gran Reserva —espero —, tanto que uno de ellos hizo que el que esto escribe fuese seleccionado y etiquetado como uno de los «Los Nuevos Escritores Latinoamericanos» en un ya lejano 2003, y otros —espero — fresquitos y como recién salidos del horno. Relatos de este, y del otro, lado del Atlántico, depende del lado en el que te encuentres tú. Relatos ni largos ni cortos, ni siquiera micro relatos, simplemente historias con vida propia que llevan el ritmo que marcan sus protagonistas. Porque, al fin y al cabo, son ellos quienes te cogen de la mano, o de las pelotas, para que las vivas junto a ellos de principio a fin. No te digo más que hasta una poesía que ni siquiera lo es tiene cabida en este batiburrillo que viene a ser como la vida misma. Está abierto.
Pasa, piérdete entre las historias.
No hay prisa, no hay horarios.
Estás en tu casa.

– AUTOR –

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Creativo y redactor publicitario, empecé mi carrera profesional en 1989. Desde 2005 soy uno de los fundadores de Herederos de Rowan, agencia que tiene por lema “para convencer a miles, les hablamos uno a uno”.
Durante este tiempo, he trabajado para grandes anunciantes líderes en los más variados sectores obteniendo numerosos premios tanto de carácter nacional como internacional (New York Festival, John Caples Awards, Best of Europe…) siendo también jurado en el PUBLIFESTIVAL, Festival Internacional de la Publicidad Social 2017 y en el SALUDFESTIVAL Festival internacional de Publicidad Alimentaria y Salud 2018.

Soy autor de “Estimado lector: descubre cómo escribir cartas de marketing directo efectivas” (ESIC 2004), “Management a la guipuzcoana” (Herederos de Rowan 2015) y la novela corta “los nietos bastardos de Warhol” (2010) y “Ultramarinos y coloniales. 17 relatos y un (falso) poema” (2020). Además de co-autor de “Mejor Marketing” (AMDIA 2016), “Personal Branding, hacia la excelencia y la empleabilidad por la marca personal” (Madrid Excellence 2011) y del “Manual de Primeros Auxilios de Correos para las PYMES” (ESIC 2014)
Profesor de ESIC Business School y del Instituto de Economía Digital ICEMD-ESIC, también he coordinado cursos online y soy director del Máster en Marketing Digital en la sede de Pamplona. Colaborador habitual en revistas y blogs del sector además de ponente en charlas y seminarios nacionales e internacionales sobre publicidad, marketing directo, personal branding, creatividad y comunicación tanto off como on-line.

– GUSTARÁarrow-145786__340

Prácticamente a cualquier lector que tenga interés en una composición poética de fondo, pero prosaica en la forma. Obra sensible (que no ñoña, ni moñas), de incisiva reivindicación en ocasiones y experimental, ociosa y negra en otras. Incorrecta en su política de planteamiento narrativo y heterogénea en los temas que aborda. Precaución: puede contener trazas de varios ingredientes indigestos para estómagos sensibles a salirse del trending topic y de las modas ridículas y pasajeras.

– NO GUSTARÁ arrow-145782__340.png 

A todos aquellos lectores que no les cuadre el formato de relatos por mucho que el contenido de los mismos sea, incluso, de su interés. No es lectura para los que necesitan varios cientos de páginas de armazón narrativo en los que la trama y los personajes pueden crecer pausadamente. Tampoco será del interés de los amantes de la lectura predecible, tipificada y poco ajetreada.

– LA FRASE vintage-1751222__340.png

«Quizás cuando cogió su primera pea en la taberna de Encarna <<La perla negra de las Antillas>>, que ni era negra, ni de las Antillas, ni Cristo que lo fundó. Pero eso ya es otra historia. Y la aventura de la taberna tampoco es que la tenga muy presente. Se peó hasta las cachas con los Loperena y acabó en la hamaca de la Encarna, desnudo y con ella esmerándose entre sus piernas. A la tercera embestida se fue. Y es que la Encarna era mucha mujer para una primera vez. Luego vinieron los mareos y terminó vomitando hasta la primera papilla en la acequia del patio trasero».

– RESEÑAletter-576242__340.png

Ultramarinos-Hoy traemos para reseñar: Ultramarinos y coloniales (17 relatos y un (falso) poema), del creativo y redactor publicitario, Óscar Bilbao. Una recopilación de relatos que sale mucho más barata que el precio que aparece en la  portada. Guiño clásico a ese charcutero o carnicero que todos hemos conocido y que banderilleaba con maña y puntería el trozo de carne después de pasarlo por el tajo. El autor sitúa a este profesional del corte en un colmado, ahora denominado «el chino de la esquina», pero con un componente, al menos social y comunitario, diferente. Aquellos lugares, que ganaban un interés inversamente proporcional al tamaño de la localidad en la que se establecían, eran, al igual que su gran competidor: el bar del pueblo, los espacios para el chisme, el marujeo, la discusión, las cábalas y demás intrigas (que, de los palacios, pasaron a estos reductos del pueblo llano). Allí, al igual que en el presente libro, se anunciaban embarazos, se daban pésames, se intercambiaban favores o se engrasaba la ingeniería celestínica casamentera de las familias. Todo ello confluía en aquellos pocos metros atestados hasta la bandera de productos en las estanterías (ahora denominados «referencias» en los «lineales») de todo orden y condición. El propietario del mismo se jactaba de conocer muy bien a sus parroquianos como para tener la mercancía siempre a punto para que, cuando este entrara por la puerta, solamente tuviera que levantar una ceja. La vida misma se agolpaba en un espacio en el que la excusa era comprar unas medias de nailon o un kilo de garbanzos y la práctica era la de perpetuar la tradición oral. Precisamente ese espíritu de puertas abiertas, dimes y diretes, miradas juveniles a hurtadillas, lágrimas en la lluvia, necesidades del corazón que la razón no entiende y algarabía que se pierde en debates ininteligibles en los que se sale malparado eran parte de su acta fundacional. La conjunción del sentimiento humano fabricado con el yunque de las pequeñas historias es lo que Óscar Bilbao ha bruñido con esmero en esta casa de todos. Fotografías en movimiento a las que, según les van pasando los años, el espectador va cambiándoles el sentido. Historias que se ciñen a un grano de arena y otras que se desbordan por el desierto… Si desean comprobar uno de los aspectos del paso del tiempo solamente intenten comparar las relaciones estrechas de los otrora tenderos con los, perdónennos muchos de ellos, frialdad y desinterés de los responsables de regentar las actuales tiendas de alimentación de barrio. («-Aquí no se viene a charlar. ¿Quiere algo más?, venga, venga, circule»). Por tanto, donde no hay intimidad y confianza, no hay historias que contar ni secretos que compartir. Por suerte, el autor rescata aquí los posos de una forma de narrar que parece que se van perdiendo con el auge de la poesía libre y los micrrorelatos, antes de pasar a la ficción novelada. Si, efectivamente, las colecciones de relatos se están quedando sin espacio (y con una menor demanda) ante otros formatos de mayor pujanza. Solamente tienen que darse una vuelta por alguna editorial con su propuesta debajo del brazo para comprobar a ver si su texto tiene cabida entre youtubers, instagramers, triunfitos, tiktokers, poetas mediáticos y autores ya consagrados.
Pero claro, de la senda trillada (y de la maquina digital que empalaga de Autotune toda la música actual) no se hallan nuevos caminos que explorar y narrativas que ofrecer a los cuatro vientos. En este caso, estamos de enhorabuena. Óscar Bilbao ha cogido lo mejor del cuentacuentos de hoguera de campamento, del cantautor que compone solamente bajo el chubasco de la madrugada y del enamorado que pretendía dar una sorpresa a su amada pero es él el sorprendido cuando la ve bajar al andén del brazo de un mulato portentoso. De la diversidad de los relatos que aquí tenemos entre manos es difícil encontrar una temática común para reducirlo al etiquetado del código de barras y la simplicidad tan de boga en los tiempos que nos ha tocado vivir de desvelos, spoilers, casillas marcadas y compartimentos estancos. Pero lo que sí podemos asegurar es que, en esta miscelánea inclusiva, entran todos los estados relacionales con los que puede empatizar un lector. Al fin y al cabo, siempre que se cumpla el contrato tácito entre lector y escritor, el cambio raudo de escenario será lo de menos. 
fae861431ebd93fa953bd0df55e5da3a-icono-de-calendario-fecha-17-by-vexelsAl igual que en el plano humorístico no es lo mismo el chiste, la anécdota, el monólogo o el entremés, en los formatos literarios ocurre un tanto de lo mismo. Hay historias que, para que queden redondas, solamente se pueden contar en una o dos cuartillas, otras, en forma de telegrama donde un «te querré siempre» no es lo mismo que un «siempre te querré». Algunas necesitan crear una ambientación y un crecimiento del personaje para que nos importe algo sus infortunios. Finalmente, otras tantas, necesitan crear un mundo entero para disponer los peones del juego y que estos batallen hasta las últimas consecuencias. En el presente libro nos encontramos, al igual que en otras colecciones de relatos, con dos dificultades principales con las que, normalmente, se enfrenta el escritor: la concreción de la historia de cada relato no puede irse por las ramas si se quieren incluir 17 textos en poco más de cien páginas y, poder compaginar historias más estructuradas y clásicas con otras más experimentales, oníricas, reivindicativas, reflexivas o, simplemente, nacidas del furor y la rabia del momento, mientras la musa te empotra contra el teclado y te regala una sesión de escritura en suspensión lisérgica. Aquí surge la duda del escritor: ¿se entenderá realmente lo que he querido decir o sugerir?, ¿llegará al lector tal y como lo he plasmado en la cabeza? Dudas que solamente se pueden responder con la interacción directa con el lector. Pero volvamos a lo de antes; quien transita por sendas con maleza en lugar de por autopistas cargadas de retenciones de bestsellers de fin de semana que ansían llegar lo antes posible a la playa, corre el riesgo del explorador: Hallar El Dorado o morir en el intento (o hacerlo en la orilla).
mamajuana-spicy-700mlAsí las cosas, nos enfrentamos a un totum revolutum o cajón de sastre, en el que cada lector encontrará respuesta según sus necesidades. Desde el ocio más puro con olor a Nivea playera, al recogimiento interior propio del diván del psiquiatra. Solamente de esta manera es posible reunir en la misma obra al «Sabina» más irredento, canalla y ácido con El sol del caribe y Soleá para <<o>>, que oscilan entre los vapores del Mamajuana y el arte del coso taurino; a la nostalgia de andenes y catenarias en «Nunca más, sally, nunca más»; al teatro de lo absurdo de Miguel Mihura con Trío de ases; a la fabulación moderna de Cantaba la rana; a la kafkiana Metamorfosis cromática de Dakarai Abara; a la sobrenatural y voyerista Línea 45; a un Hotel du palais sacado de la pesadilla del Overlook de Stephen King o a la conjura de los no tan «necios» de John Kennedy Toole. Y por último, la canción desesperada de Neruda que aquí se transforma en un trampantojo de falso poema de sanvalentín ennegrecido por los eslóganes de centros comerciales y cenas con velas del todo a cien.
Hallarán de todo en este bazar, desde un mogwai sin instrucciones de uso hasta una rueca con el huso afilado esperando al primer lector que crea que este libro es inofensivo. Pasen a este gabinete de las curiosidades. De momento, no se reserva el derecho de admisión.

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