LÁGRIMAS EN LA LLUVIA – JUANLU RUIZ – UNO EDITORIAL, 2019

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TÍTULO: LÁGRIMAS EN LA LLUVIA.

AUTOR: JUANLU RUIZ FACEBOOKTWITTERINSTAGRAM

EDITORIAL: UNO EDITORIAL, 2019 – WEB

PÁGINAS: 176.

¿DÓNDE COMPRARLO?: AQUÍ

 

– SINOPSIS –

Todo comenzó el día de mi boda: no sólo me dejaron plantado en el altar, sino que, acto seguido, cura, monaguillos y asistentes abandonaron la iglesia. Mi sorpresa fue mayor cuando el gran Cristo que presidía el altar también se marchó haciendo mutis por la sacristía. Desde entonces, sin saber los porqués, todo me rehúye. En la calle los peatones se apartan ante mi paso de manera ordenada y coordinada y me convierten en un río invisible entre la multitud. Si entro en un sitio, la gente sale. Si salgo, entran. Si llamo por teléfono, me cuelgan; si envío un email, me llega un mensaje informando que no se ha podido entregar a su destinatario… En el espejo mi imagen no aparece, por no hablar de que ya no tengo ni sombra. La lluvia no me toca, los rayos del sol me rebotan, tanto que en pleno verano siento un frío paralizante y en invierno un calor abrasador. Los animales huyen de mí como si fuera un fuego quemando su hábitat. Llevo años sin enfermedad, también me rehúye. Luego mi piel, al poco los músculos, las vísceras… Noto que se empieza a agravar, porque hasta yo mismo me noto que me rehúyo y me noto distante conmigo mismo. Ya no queda nada de mí, incluso noto que la nada rehúye la nada que queda de mí.

– AUTOR –

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Juanlu Ruiz nació en 1972 en Madrid. Es el autor de las siguientes obras: Las verdades de Pinocho MarionetaEl pasillo (en colaboración con Israel Ezquerra Vera), El corazón de la costurera y Lágrimas en la lluvia. Fue premiado con mención especial (testimonio histórico) Truco de magia en el VII Concurso de Microrrelatos Mineros Manuel Nevado Madrid y el poema Diría que parece alegre fue seleccionado para la antología 150 autores 150 vivencias (V Premio Orola). Lágrimas en la lluvia contiene 73 perturbadoras historias: “EL VAMPIROSucciona tu energía, tus ideas, el último apuro de tu existencia. No necesitas que te clave los colmillos a la antigua usanza: lo hace de manera figurada, con un arte magistral de sutilidad. Y se marcha y te lleva, mientras, ahí te quedas y ya no eres nada».

GUSTARÁarrow-145786__340

A aquellos lectores que gusten de contenidos valientes, ágiles, con dosis de mala leche e introspección en el alma humana. Relatos fantásticos en su concepción y de ritmo endiablo en su desenvoltura.  Un cóctel de sensibilidades de lo más variopinto. De amplia temática, de doble lectura y de negro espectro existencialista. Un black mirror que pone negro sobre blanco el crisol de invenciones íntimas de un autor que no se esconde.

NO GUSTARÁ arrow-145782__340.png

A aquellos lectores que no casen con los experimentos con gaseosa ni en casa. Los relatos que recoge la presente obra pueden correr el riesgo de la incomprensión por su forma «retorcida» y de mirada truculenta que encierran en su interior. Las formas y las libertades narrativas del autor no serán del interés de aquellos lectores que prefieren el encorsetamiento de géneros y de productos diseñados de antemano por las directrices editoriales que dominan los lineales de las librerías.

LA FRASE vintage-1751222__340.png

DE QUITA Y PON 
«Tengo muchas personalidades de repuesto, tantas que a veces no sé cuál ponerme. Algunas hacen tanto ruido dentro del armario que las tengo que enviar un tiempo al trastero para que recapaciten. La primera del día la elijo según el humor con el que me levanto. Luego cojo un par más o incluso tres y las guardo en la mochila por si tengo que recurrir a ellas a lo largo de la jornada. Cuando llega la noche, me gusta dormir desnudo, despojado de toda personalidad y es ahí cuando soy yo mismo».

RESEÑAletter-576242__340.png

2016-2f01-2f08-2fc4-2froybatty-47308-jpg-2f950x534-filters-3aquality-2890-29_20170008_20190423213722.jpgHoy traemos para reseñar, Lágrimas en la lluvia de Juanlu Ruiz. Un compendio camaleónico de ¿microcuentos?, ¿microrrelatos?, ¿poesías prosaicas?, ¿vademécum de emergencia? Nos recibe en su entradilla un Nexus-6 con ganas de algaradas y dispuesto a retorcer su contorsionista cuerpo en aras de una narrativa de formato desinhibido, contumaz en su mensaje y libertino en su desenlace. También y, a pie del fugado replicante, nos recuerda don Miguel de Unamuno (en cíclica moda a tenor de la última película de Alejandro Amenabar, Mientras dure la guerra) que el tiempo que nos ha tocado vivir es efímero como la nieve fundente y que todos somos personajes de su Nivola particular. Esta invención literaria atiende a la necesidad del autor de liberarse de las formas establecidas para escarabajear en un nuevo formato que pueda dar rienda suelta y encajar en su procaz pluma. Heráclito funde la nieve en el lago y ve cómo la nada se abre camino en un mundo demasiado pendiente del contexto y poco del contenido. De la misma manera, Juanlu Ruiz se ata a la carlinga, cual Ulises, para no escuchar los cantos de sirena que imantan la mente del escritor hacia territorios comunes y trillados. Prefiere adentrarse en la cueva de Dagobah en la que mirará a los ojos a sus grandes temores. Nos abre las puertas de su patio de recreo particular donde lo inerte cobra vida y lo adrenalínico termina por fallecer. Todo cabe en este cajón de sastre con aguja en ristre de certera puntería y ojal situado en la atalaya de quien es observador de lo que le ronda por la fantasía de sus recuerdos.
Es la propia cultura editorial española la que no confía (ya que, normalmente, tampoco lo hacen sus lectores) en ciertos formatos disruptivos y de verso suelto como el presente. Y, como de valientes están los cementerios de las quiebras empresariales llenos, estos proyectos suelen quedarse en los reducidos ámbitos de los aplausos de familiares y amigos. Ya sabemos que todo escritor que precie su mensaje está abocado a ser profeta en tierra extraña y más cuando dicho mensaje no discurre por la senda de la normalidad estadística o del gusto del sanedrín del consejo editorial. Pero como quien no arriesga no gana sucede que aparecen, tras días de lluvias, unos buenos boletus que acompañan la claridad de un día soleado. Y así, cual sueño de inventor decimonónico que atrapa una idea genial en un duermevela, Juanlu Ruiz ha fabricado un notable artículo de prospección freudiana. Retrospectiva de una mente infantil que pasa los días buscando cómo volar más alto sin miedo a caer cual Ícaro despreocupado.
doppelganger.jpgPero, ¿qué es lo que se cuece en Lágrimas en la lluvia?, ¿es un plato elaborado a baja temperatura o un «vuelta y vuelta» en la sartén? Pues creemos que su dieta omnívora se alimenta de ambas facetas. Una más íntima y sentimental que recorre los trascendentes lindes de su atavismo personal y otra más desenfadada, gamberra y trampantojil. En este viaje proceloso entre ambas orillas narrativas da tiempo de sobra para hacer una pausa a pecho descubierto y, haciendo gala de los dotes de apnea de escritor, bajar al fondo del mar para descubrir alguna que otra auténtica perla que esquiva cualquier falseamiento con tintes «majóricos». A lo largo de sus 73 relatos micropigmentados hay en esta obra un hilo rojo que acompaña toda la narración y que consiste, creemos, en un irresistible pulso del autor por salirse de si mismo. La escritura en primera persona y la temática que lo acompaña nos recuerda que el autor boga por el piélago del mito del doppelgänger. A veces lo rehuirá y en otras lo afrentará, pero nunca lo pasará con indiferencia. La nada, El corazón de la costurera, Mi armario, Sin noticias, La  denuncia, Simplificar, De quita y pon, No me soporto, Limpieza en seco, Ya, etc, son ejemplos de cómo se sitúa el autor en primera línea de defensa y de ataque. También hay espacio para el teatro de lo absurdo, la grandilocuencia, el legado de los hermanos marx, la tinta invisible, la experimentación metafórica, la más hiriente mordacidad, el humor negro e existencialista, y la vaga esperanza del que huye hacia su caliente y cómoda placenta infantil.
Lágrimas en la lluvia es, ante todo, un acto de valentía imaginativa. Poner negro sobre blanco un sinfín de juegos semánticos, metafóricos y de contenido que pillan al lector con el pie cambiado. La presente colección de píldoras expositivas es un ejemplo de cómo un autor puede estirar hasta el paroxismo sus ansias de ir más allá de los formatos habituales para lograr un resultado sugerente, atractivo, ágil y comprometido consigo mismo. Aquel que no escribe puede que no entienda en toda su extensión el cruce imposible de ideas que se le forman en la cabeza al autor. Incluidos grandes atascos que parecen de difícil solución. Es justo ahí cuando se establecen extraños compañeros de cama con algunos matrimonios extremos. Muchos de ellos salen en esta obra a la luz.

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