¿Recuerdas el primer cuento que escuchaste? El sonido con el que nos relata una historia se nos queda grabado en la memoria, en los oídos. Y es que, esa voz tan agradable y suave como el algodón, abre las puertas infinitas de la fantasía. En este libro encontrarás cuentos en los que con viven pitonisas, abejas y casas de muñecas. También, en algunos de los relatos, conocerás a un fantasma, a un pez, e incluso a un corazón. Por último, me atrevería a decir que todos ellos hablan de mí, de ella, de él. Y de ti.
– AUTORA –
Laura Busom Fuertes, graduada en Administración y Dirección de Empresas, aunque su camino se desvió de la racionalidad de los números, primero hacia la publicidad, y después, adentrándose en el sector del turismo. Siempre le han entusiasmado los idiomas, las historias y las películas. Se decidió a escribir gracias a su hermana. Un día le propuso componer un poema, y con aquellos primeros versos, apareció la chispa que la llevó a escribir sin parar.
– GUSTARÁ
A todos aquellos lectores que vibran con la literatura creativa, efímera en su extensión, pero vibrante en su contenido multidisciplinar. Sonidos de algodón será del interés de los aficionados a la poesía en prosa, a la construcción del microcuento y a la fusión de elementos tradicionales con giros modernos o alternativos a su uso habitual. Sonidos de algodón funciona como un misal laico en el que se dan cita todo tipo de letanías retóricas, juegos metafóricos, sentimientos encontrados y dedos en la llaga.
– NO GUSTARÁ
Al grupo de lectores que no gastan de las micro ficciones, la literatura en píldoras o los trampantojos narrativos de múltiple, variada y entremezclada temática y prefieren obras más extensas y con una mayor unidad en la materia a tratar.
– LA FRASE
«Quizá es este sosegado caminar, sin saber a dónde voy, el que sin darme cuenta va disminuyendo mi frustración. Es quizá, esta caminata, la que va relativizando los problemas atormentados de mis días. Desechando las variables innecesarias, para poder resolverlos. El paseo es quizá el genio, que ha descubierto la fórmula para evitar mi desaliento. Quizá».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar: Sonidos de algodón. Un pequeño ejemplar de narrativa de cuentos y relatos que se lee como píldoras poéticas de escritura creativa. Desde el oxímoron del título, la autora encapsula pequeñas pinceladas de literatura libertina que bebe de distintas fuentes y que fluye desde el tono más ambiental y sensitivo, hasta el giro inesperado, las contraposiciones de ideas, las fábulas contemporáneas, la tragicomedia vital o el desvelamiento de la vida interior de los objetos cotidianos cual muñecos de Toy Story que cobran vida cuando no tienen espectadores que los miren. Sonidos de algodón se engloba en la nueva literatura ligera junto con la poesía libre de métrica, el microcuento, las antologías de relatos y, en el plano digital, los hilos narrativos de Twitter o a las stories de Instagram. En estos tiempos de condensación, resúmenes y reduccionismo en el que la narrativa ha perdido extensión de páginas, nos encontramos ante autores que se les da bien la concreción en la explosión de ideas y a otros que no se adaptan con tanta facilidad a estas nuevas formas de comunicación literaria.
En Sonidos de algodón hay sitio para mezclar y remezclar temáticas, aparentemente inconexas, pero que encierran puntos de vista frescos e interesantes sobre los hechos cotidianos. Estos se revelan como primordiales para entender la agenda diaria de cualquier desprevenido ciudadano que piensa que todo el pescado está vendido y que el corsé del telediario es la única oferta formal, estática, seria y firme que se puede encontrar en su entorno. De esta manera, desde la óptica tangencial, Laura Busom Fuertes aborda múltiples temas salpimentados de fantasía y libertad de formas. Así encontramos la inocencia en: Milagro, Exótica postal, Florecer, Los Pérez, Levantar el vuelo y Consejera vegetal. La compleja reflexión de la madurez: Sombrío dique. Los aspectos más introspectivos y reflexivos: Quizá y Barahúnda. La soledad y la pérdida: A través del cristal, Casa de muñecas, Lago sereno, Se conocían, Nuestro nido y Un latido. El amor y la esperanza: A primera vista y Al unísono. La crítica social: Vacío de cobre, El reino de las abejas y Azul cielo. También hay hueco para la ficción más fantástica con Lucile Beaulieu, Triángulo de las Bermudas, Ironía o Jazmín y Caléndula que actualiza el legendario vuelo de Dumbo con su pluma «mágica». Todos ellos, y otros tantos más, componen este ciclo vital de micro historias que se pueden leer en cualquier orden y en cualquier circunstancia. Sonidos de algodón se adapta a ser intercalado con otras lecturas, a ser despachado del tirón en medios de transporte, a ser engullido durante esperas varias o a ser sesteado en hamacas playeras.
Sonidos de algodón se perfila como una lectura ligera, quizás veraniega, quizás invernal, donde se juega con el lenguaje retórico en ocasiones y con el golpe directo en otras. Desde el plano más poético al más batallador la autora despliega sus sentimientos atemporales sobre elementos cotidianos a los que otorga vida como espejo paradigmático del caminar experiencial. Cuentos y relatos, relatos y cuentos que comparten el brasero en una dura noche para ser leídos con la atención de quien busca las herramientas necesarias para sacarse las astillas que le molestan en su andadura.
Especial mención a la maquetación y edición de líneas sencillas, limpias y elegantes de Platero Coolbooks.