Dicen que se ha puesto de moda, (y más en estas fechas tan anglosajonamente señaladas), salir de casa disfrazado de payaso para asustar al desprevenido viandante con mayor o menor violencia…ay cándidos botarates, cuando el karma os encuentre en un callejón húmedo y apartado en forma de Pennywise. En ese preciso momento os daréis cuenta que la esencia del terror en su forma más pura os hará llorar como no lo hacías desde la cuna.