RESEÑA: CLANDESTINOS – LUIS PRAT – ÍBERA EDICIONES, 2022.

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TÍTULO: CLANDESTINOS.
AUTOR: LUIS PRAT – INSTAGRAM
EDITORIAL: ÍBERA EDICIONES – WEB
PÁGINAS: 232.
¿DÓNDE COMPRARLO?: AQUÍ

 – SINOPSIS –
Asdrúbal Giménez (alias Gimi) es un detective privado cuyo padre, un afamado policía, es asesinado brutalmente. Gimi, asediado por su fantasma, no tarda en descubrir la cara oculta de la prestigiosa y legendaria trayectoria de su progenitor. Mientras aún encaja la trama de su padre, una supuesta mafia de la inmigración ilegal lo fuerza a investigar un genocidio en curso contra las pateras del mar Mediterráneo, un genocidio que alcanzará proporciones titánicas e invadirá todos los medios de comunicación. Ambas investigaciones se entrecruzan insidiosa y violentamente, y tanto la vida de Gimi como la de sus socios y familiares es absorbida por una espiral de creciente peligro hasta la presunta resolución política y judicial de ambos casos.

– AUTOR –
Luis Prat
Luis Prat (Barcelona, 1962) es Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona (UB), y ha sido docente de los estudios de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), así como en el Centro de estudios Cinematográficos de Cataluña (CECC). Ha colaborado en diversas revistas y libros colectivos, y ejercido la traducción. También figura como director y guionista de documentales, y su breve trayectoria de videocreación, muy vinculada a su tesis doctoral, ha cosechado más de un premio en festivales internacionales.

– GUSTARÁarrow-145786__340
A los lectores de novela policíaca y de acción, que transcurre en escenarios variados y con múltiples personajes sospechosos y presuntos culpables. Será del interés de aquellos lectores amigos de los diálogos cotidianos y directos. Agradará a quienes disfrutan contemplando actitudes ambiguas y poco ortodoxas, acordes con la naturaleza de los personajes. A los lectores que rehúyen las carambolas y sorpresas demasiado estrambóticas. Tendrán también su recreo los amantes de los paisajes vigentes y reconocibles a diario en los medios de comunicación.

–  NO GUSTARÁ arrow-145782__340.png 
No será del gusto de aquellos seguidores de las escenas truculentas y escenarios del crimen excesivamente recargados con profusión de elementos y detalles escabrosos. Podría defraudar a quienes prefieren planteamientos sin margen para las licencias literarias que escapan a trayectorias encarriladas, por lo habitual y cotidiano, olvidando que muchas veces lo extraordinario y lo delictivo se produce en la puerta de al lado, incluso en la propia familia.  A los lectores que prefieren las reglas clásicas del género, de patrón anglosajón, cuanto más negro mejor, y reniegan de la mezcla de subgéneros. A los entusiastas del solitario detective privado norteamericano que utiliza sin recato sus puños y tiene su duelo final con el villano de turno.

– LA FRASE vintage-1751222__340.png
“A unos cincuenta kilómetros de Tánger, hacia el interior del país, en un terreno de media hectárea cercado y profusamente vigilado, se encontraba el actual campamento de Alí Ben Luda. Pese a su nomadismo consustancial, todos sus campamentos, más allá de las prolijas medidas de seguridad, se convertían en auténticas comunidades que podían afianzarse como aldeas tras su marcha, como de hecho había sucedido la mayor parte de las veces. Eran la viva memoria de su itinerario y de la creciente expansión de su causa. Aunque la franja magrebí del norte de África era su territorio básico, tales aldeas no cesaban de extenderse por tierras subsaharianas.
¿Su causa? Sus enemigos, y algunos de sus antiguos partidarios, afirmaban que se había ido corrompiendo a medida que se engarzaba en alianzas cada vez más tenebrosas e impenetrables con mafias e, incluso, con sectores radicales del islamismo. Pero su causa seguía siendo la misma: la vuelta a Europa de los africanos”.

– RESEÑAletter-576242__340.png
Imagen-archivo-patera-vacia_1494760538_124953115_1200x675Hoy traemos para reseñar: Clandestinos, de Luis Prat. Una singladura social que aúna el funcionamiento de los resortes del poder, la desesperanza, los intereses grupusculares, los sueños y los desengaños. Con el telón de fondo del mar Mediterráneo, el Mare Nostrum greco-romano, convertido en una laguna de la muerte por ser la quimera dorada de muchos desahuciados, la criminal ambición de las mafias de la inmigración ilegal y la ingenua o interesada participación de variopintas oenegés, Luis Prat ofrece a sus lectores la presente novela.
Con más de cuarenta personajes en danza, el autor teje una trama policíaca y de acción donde no faltan referencias sociales sobre uno de los mayores dramas a los que se enfrenta el mundo actual y que no parece que vaya a tener solución, ni a corto ni a ningún plazo. Luis Prat nos muestra una distopía cortoplacista, a 2027, en la que fuerzas tenebrosas y sus incalificables ejecutores aplican su macabra y drástica receta al problema. La madeja novelística se enredará cuando un asesinato de cierto relieve mediático y social nos lleva por derroteros tan escabrosos como sorprendentes. Y así tenemos una peculiar familia donde el muerto, policía de alto nivel y relumbrón en lo público e irregular en lo privado, tiene un hermano perista y un hijo que renunció a ser también policía para fundar su propia agencia de investigación privada. Este, seguramente, por genética familiar, observa un comportamiento poco ortodoxo a la hora de aceptar casos, clientes y encargos. En especial encargos que no se pueden rechazar, como el formulado por la enigmática Saskia en representación de tenebrosos poderes.
muerte-el-mar-un-sueno-perdido-L-R_PeRmHablamos del principal protagonista, Asdrúbal Giménez (Gimi), que llevará el peso de la narración en primera persona y, ocasionalmente, compartirá esta carga con Inés, su compañera laboral y sentimental, y con sus socios colaboradores: Diego y Lucas. Con los apuntes de todos ellos y con la inestimable y extensa aportación del narrador omnisciente, el lector tendrá sus pistas si intenta averiguar por dónde van los tiros. Pero en contra de las primeras impresiones, la tarea no será fácil. Todo va en gustos y costumbres, pero, dada la proliferación de personajes y su variada incidencia en la trama, algunos echarán de menos las listas y descripciones de estos al principio de la novela, al estilo de las que ofrecía la admirada Agatha Christie.
La delgada línea que, a veces, separa la venganza de la justicia actuará también como uno de los varios hilos de Ariadna, que los emuladores de Teseo tendrán a su disposición. Luis Prat muestra un caleidoscopio de situaciones y posicionamientos, más o menos racionales, pero no necesariamente justos o éticos, que adoptan sus personajes al jugar sus respectivos roles. Curiosamente, algunos se apuntan y acogen al orden natural de las cosas para justificar sus acciones y postulados. Ni que decir tiene que ese orden, en poder de ellos, es flexible y notablemente arbitrario. Hay un orden natural de las cosas, aséptico y lineal, como que el verano sucede a la primavera, o el que nos refiere Arturo Pérez Reverte al pensar en la vieja idea de la Unión Ibérica de Garret, Saramago, Maragall y Unamuno, desde el restaurante Martinho de Arcada, su casa de comidas habitual en Lisboa.
81XstWk6NGLEncontramos otra visión, menos política y visiblemente más dramática, en la obra homónima de António Lobo Antunes. Pero el “orden natural de las cosas” que nos evoca la novela de Luis Prat es el que ha ido acuñándose como lema de mafias y sociedades corruptas que, una vez sobrepasadas táctica y moralmente, aceptan como mal menor la existencia del delito y la podredumbre a niveles soportables, para que el asunto no reviente y les ponga en evidencia ante toda la sociedad. Sobre todo, para que no se derrumbe sobre sus cabezas el tinglado de manejos y privilegios. Es inevitable recordar a Don Corleone, (Marlon Brando), en El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972) haciendo loas a la aceptación del juego, la bebida y la prostitución por la sociedad americana, en oposición a los estupefacientes propuestos como negocio por Virgil Sollozzo “El Turco” (Al Lettieri). Otro similar ejemplo maléfico del “orden natural de las cosas” es citado expresamente en el film de Ridley Scott, de 2007, American Gangster, por el representante de la mafia Dominic Cattano, interpretado por el actor Armand Assante, en su conversación con Frank Lucas (Denzel Washington) donde acuerdan tener controlado el narcotráfico para que “no se vaya de madre”.
Clandestinos, de Luis Prat, permitirá al lector deambular por un laberinto repleto de personajes y situaciones inquietantes que le harán recordar que las actividades delictivas como la corrupción, el narcotráfico o la trata de seres humanos son meros vasos comunicantes y deseará que permanezcan tan solo en la ficción de esta u otras novelas. Aunque, lamentablemente, “el orden natural de las cosas” está demasiado presente en la cruda realidad actual.

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