El cadáver de una mujer indocumentada aparece en la playa El Portillu, en Llanes —Asturias—. El cuerpo no presenta signos de violencia. La juez instructora, consciente de la importancia de identificar cuanto antes a la finada, sugiere al capitán del puesto de la Guardia Civil de Llanes la contratación de los servicios de la Agencia de Investigación Marbella —AIM—. La fallecida resulta ser desconocida para cuantas personas, entidades, colectivos y organismos son consultados. ¿Quién es esa mujer? ¿De dónde ha venido? ¿Cómo ha llegado a un paraje tan apartado? Todo son preguntas mientras las primeras pesquisas se estrellan, una y otra vez, contra el muro de la ineficacia. Opus 7 es la quinta entrega de la serie dedicada al detective Calleja. Un misterio concebido en el vientre de la más impenetrable de las oscuridades.
– AUTOR –
J. Luis Pastrana nace en Asturias, en la Cuenca Minera del Nalón, en 1962, en el seno de una familia tradicional de clase media. En 1988 finaliza sus estudios de Ingeniería Industrial. Aficionado desde siempre a la lectura y la escritura, aprovecha las circunstancias adversas generadas por el COVID19 para iniciar su singladura literaria, narrando las peripecias del ingeniero sin nombre en su Bilogía de Intriga Industrial, compuesta por las novelas Cuarenta estaciones y Fin de trayecto. Posteriormente, en la Colección detective Calleja, da vida a la irrepetible Agencia de Investigación Marbella. Opus 7, la quinta entrega de la serie dedicada al equipo investigador, es su séptima novela, precedida de las ya citadas Cuarenta estaciones y Fin de trayecto, y por Nuevos horizontes, Los miradores verdes, Fuegos fatuos y El retorno, las seis publicadas también por el Grupo Editorial Círculo Rojo.
– GUSTARÁ
A los simpatizantes y fieles seguidores del detective Calleja y de toda su tropa. Será del interés de todos aquellos que gustan de autores que despliegan el material suficiente para poner al lector en contexto (listado de personajes y planos incluidos). Gustará a los que prefieren que los crímenes se produzcan en tierras cercanas y no en las lejanas Américas. Interesará a los que entienden el género detectivesco como una realidad llena de protocolos, reglamentos y realidades legales. Es para los que se deleitan delante de un buen plato de gastronomía nacional.
– NO GUSTARÁ
A los que frecuentan más el tono detectivesco clásico. A los que les ha picado el virus del cozy mistery y se sienten muy a gusto entre crímenes de baja intensidad en pastelerías y floristerías. Al tiempo, también se quedará algo corta para los seguidores del noir más oscuro y del tono duro y sin contemplaciones del relato negro escandinavo. A los fanáticos de la comida basura y rápida no apreciarán del todo las viandas que aquí se ofrecen.
– LA FRASE
«Toró es una bonita playa situada a poco más de un kilómetro del centro urbano de Llanes, hacia el Este. El lugar es una amalgama perfecta de arena dorada, rocas catedralicias, mar verde esmeralda y paisaje montañoso allí al lado, hacia el interior. Diríase que se trata de una playa gótica por las rocas que, como esbeltos arbotantes, la custodian desde sus acantilados laterales. El Mirador de Toró es un restaurante que cuelga sobre la playa, adherido a la ladera de una abrupta colina rocosa vecina al arenal».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar Opus 7, de J. Luis Pastrana. La quinta entrega de la saga del detective Calleja y de la AIM (Agencia de Investigación Marbella). En el presente caso, pese a la experiencia contrastada de Odón y su equipo, nos topamos con un complejo y hermético misterio más propio de novelas de corte más sobrenatural que del propio thriller negro/detectivesco patrio. Ante los ojos del lector se irán sucediendo una serie de misterios, pesquisas, callejones sin salida, pasos en falso y hechos aparentemente imposibles que pondrán a prueba las células grises de los investigadores más avezados y experimentados. El «mundo Calleja» se amplía y toma velocidad de crucero; citius altius, fortius que diría Pierre de Coubertin. La agencia de detectives crece al ritmo de sus lectores y seguidores. Esto hace que, como en un encuentro de viejos amigos, se conozcan los clichés, manías y obsesiones de cada uno, al mismo tiempo que todos ellos son perdonados porque los lazos, el nexo y el contenido de esta amistad los superan con creces. El propio título ya nos da una pista metafórica o no, eso tendrá que adivinarlo el lector, de lo que encontraremos en estas páginas, (según la RAE: obraquesenumeraconrelaciónalconjuntodelaproduccióndeuncompositor). El autor ha afilado la pluma y puesto a disposición del lector toda su experiencia, buen hacer y cariño por unos personajes y una atmósfera que ha construido en su personal visión de un género particular de la literatura que siempre es un placer rescatar. Y ahora llega el misterio del cuerpo de una «Laura Palmer» que será de difícil solución.
De J. Luis Pastrana podrán decir sus lectores y crítica (apasionada y detractora) todo lo que les puede sugerir su obra, pero en lo que deberíamos estar casi todos de acuerdo, es en su oficio expositivo y quirúrgico en algunos aspectos. Como autor, parece que no tiene la intención de dejar ningún cabo suelto (obviando las licencias creativas que tiene la propia ficción, por supuesto). Su pasión por el detalle es muy loable y enriquecedora para la narración. Y de eso el lector se dará cuenta muy pronto. Ya en las primeras páginas podemos encontrar la lista de personajes, el plano de la agencia de investigación y el plano de la zona costera de Llanes (zona cero de la trama de la presente novela). Este gusto por el detalle es solamente la antesala de lo que nos encontraremos después. Esta forma tradicional del listado de personajes, muy al estilo de Agatha Christie, siempre ayuda al lector. A lo que se le suman los planos del terreno que suelen representarse en las novelas de fantasía o de ciencia ficción para ubicarse en el mundo que quiere mostrar el autor. Antes de entrar a Opus 7 el lector ya tendrá unas referencias de lo que acontecerá a continuación, aunque si bien es cierto que nosotros recomendamos no leer la lista de personajes antes de entrar en harina, ya que, dependiendo del ojo atento del lector, se pudieran revelar ciertos aspectos de la trama o adelantar acontecimientos que, de momento, se encuentran detrás de un velo de oscurantismo.
Llegamos a esta quinta entrega (creemos que la más larga hasta la fecha) con un estilo y formato bien marcados. El autor, aunque permite avanzar en ciertos aspectos a sus personajes, opta por que sus obras sean autoconclusivas. De esta manera, aunque siempre es mejor empezar por el principio, el lector puede entrar a este universo por donde prefiera y tener una experiencia igualmente enriquecedora. Si por la sinopsis el potencial lector ve que le llama más una trama que otra, puede libremente empezar por ahí y luego seguir el camino de las demás obras, si es que la primera le ha sido de interés. De esta manera, el autor consigue imprimirle voz y particularidad a cada novela, sin sentirse esclavo de líneas de continuidad ni de vinculaciones que puedan jugarle una mala pasada si no se está muy atento en los hechos narrados. Cabe comentar también que el recurso de que los capítulos estén marcados con fecha y hora permite a cada lector situarse correctamente dentro de la acción. Aunque es una novela eminentemente conversacional, su extensión permite al autor ahondar en la parte más descriptiva, sobre todo con el apabullante paraje natural y alrededores en los que se produce. En ocasiones el lugar del crimen o de los hechos en una novela policiaca/detectivesca/negra puede pasar algo desapercibido. A veces, un simple callejón, sótano, fábrica abandonada o zona portuaria es suficiente para dar el pistoletazo de salida a la acción y, a partir de ahí, ir de aquí para allá en un loco juego del gato y el ratón. Pero en este caso, el pueblo de Llanes es casi un personaje de la propia trama. Late, vive y permanece en la tensión narrativa como uno más. Aquellos lectores que hayan estado allí entenderán muy bien la idoneidad y pertinencia de este rincón costero asturiano.
En Opus 7 nos encontraremos corazones que tienen sus razones que la razón desconoce, amistades que toman caminos distintos en una bifurcación, para transitar por zonas desconocidas y peligrosas, intereses ocultos que se valen de malas artes para conseguir su objetivo, un opíparo plantel culinario que marida muy bien con los hechos narrados y las conversaciones de sobremesa, el acompañamiento de una gran paleta de secundarios, las reflexiones personales que aúnan el método deductivo, el bagaje profesional y la tensión de las relaciones interpersonales. Es interesante observar cómo la coordinación, las competencias, las habilidades y la experiencia de cada pieza del puzle tienen que procurar encajar para llegar a la resolución del caso. Lejos estamos de los clichés estadounidenses, donde los conflictos de competencias entre el sheriff local y el FBI son el pan nuestro de cada día. En Asturias la realidad es otra y, salvando las lógicas escaramuzas competenciales y de aquellos que quieren colgarse la medalla y lucir la chapa, a cada cuerpo, estamento y organismo le compete una función tachonada de responsabilidades.
Opus 7 es una novela con infinidad de vericuetos, introspectiva en algunos de sus lances, rauda y veloz en su lectura. No aburre, vuelan las páginas, se suceden los acontecimientos al tiempo que se va agrandando la leyenda de los personajes. Aunque la novela cuenta con más de 350 páginas, esta no se siente lastrada por la extensión dado el brío con el que está escrita. El lector disfrutará con el seguimiento de cada personaje y de las funciones asignadas por el autor. También hay que comentar que, llegado al final del relato, notamos un poso crepuscular en el que no podemos adivinar si se trata de un adiós o de un hasta luego. Seguiremos atentos a esta singular agencia de investigación.
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9 enero, 2025 en 8:24 pm
Me encantaría regalarle este libro a mi marido , estaría en su salsa , su afición,averiguar de donde es esa mujer. Gracias por el sorteo
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