¿Te acuerdas del meteorito de nuestra primera aventura? Pues el profesor Antonov montó un laboratorio junto al cráter donde lo encontramos y descubrió que habían empezado a ocurrir cosas muy extrañas. Pero lo más alucinante fue que nos invitó a pasar unos días allí y acabamos descubriendo la verdadera naturaleza de la piedra verde y del increíble misterio que traía con ella. ¿Quieres descubrirlo tú también?
– AUTORES –
Soy una enamorada de los libros infantiles, las películas de animación, las bibliotecas y las librerías que visito frecuentemente con mi hijo. Fue cursando Diseño Gráfico hace dos años cuando vi claro que lo que más me apasionaba era la ilustración. Así que cuando Julio me presentó el proyecto de crear juntos una colección de libros infantiles, no pude resistir la tentación e inmediatamente me puse a diseñar los personajes y el universo gráfico de la serie.
Soy informático desde mucho antes de estudiar informática y me encanta la tecnología. Hace unos pocos años, lo dejé todo y me fui a viajar por el mundo con mi familia. Y en uno de esos viajes, mientras conducía aburrido por la pampa argentina, aparecieron Txano y Óscar. No sé de donde vinieron, pero consiguieron cautivarme y a partir de ese momento me dediqué a escribir sus historias mientras Patricia enriquecía mis textos con sus imágenes.
– GUSTARÁ
A todos los niños que viven en un estado de permanente aventura. A todos aquellos que todo lo que les rodea les parece especial y digno de exploración. A todos los que aún no han sido devorados por el sistema de encasillamientos de la vida adulta. Txano y Óscar somos todos los que, en algún momento, vibramos en un mundo de fantasía, acción, aventura y libertad creativa. Es fundamental regresar a las raíces de la pandilla, la camaradería, el trabajo en equipo y la sincera amistad forjada en el juego.
– NO GUSTARÁ
A todos aquellos que han sido fagocitados e intitucionalizados por el sistema y han olvidado lo que alguna vez fueron. Tampoco será del interés de los que buscan que las lecturas de sus hijos estén encorsetadas por la corrección política, de género, identitaria, o de perspectivas diversas… donde prima más el mensaje adoctrinador, político y reglado que el propio disfrute de la aventura y el libre pensamiento del muchacho que debe forjarse su propio camino.
– LA FRASE
«Pero entonces, el suelo empezó a vibrar de nuevo y la cara de mi prima se contrajo en una mueca de terror. La tierra empezó a deslizarse hacia el agujero del cráter instantes antes de que una sacudida un poco más fuerte abriera un boquete más grande. Mi prima intentó lanzarse hacia el borde con la fuerza de la desesperación, pero fue demasiado tarde. Resbaló por la pendiente y, en un segundo, ella también había desaparecido tragada por el agujero».
– RESEÑA
Hoy traemos para reseñar Las aventuras de Txano y Óscar (Los vecinos subterráneos), sexta aventura de la pareja de mellizos exploradores e investigadores más inquietos de la literatura juvenil actual. Ellos junto con sus amigos, su hermana, una pequeña ardilla y su especial y valiente perro son testigos de su camino hacia la madurez (al igual que el propio lector). Este camino espinoso, agridulce, caótico, caprichoso, azaroso, frustrante en ocasiones, pero electrizante, sorpresivo y estimulante en otras necesita de metáforas, parábolas y enseñanzas preparatorias para enfrentarse a la fase de adulto. No son suficientes los reglamentos, las regañinas, y los consejos de los padres; el niño debe caerse del árbol y rasparse las rodillas de vez en cuando. Txano y Óscar son los compañeros de viaje, los cicerones vitales del cambio de etapa, los amigos invisibles con los que jugar y afianzar la posición personal para el futuro. El cuento y siempre el cuento es el que, al abrigo de la fogata desde los albores de la civilizaciones, ha servido para el aprendizaje del joven imberbe. En una sociedad dominada por el control tecnológico de los padres «helicóptero» que dan cobertura a sus hijos de cristal en un mundo de parques de bolas e instalaciones infantiles con suelos acolchados hay que recordar que en la vida hay dramatismo en cada esquina y que la sobreprotección no soluciona el problema, lo posterga. Patricia Pérez y Julio Santos han creado una colección de aventuras donde la acción, el aspecto formativo y los postulados sociales, éticos y morales se dan la mano. Pero, sobre todo, la aventura clásica, aquella que conecta a los exploradores con sus descubrimientos creando un momento mágico; una unión perfecta que dará en el clavo de los jóvenes lectores. (Título de lectura obligada sobre este tema por su contenido y por sus notas a pie de página, Cuentos de hadas anotados de María Tatar). Los que todavía creen que los cuentos son inocentes pasatiempos de niños sin profundidad alguna, todos ellos se equivocan. Es bajo la protección de las sábanas donde los niños empiezan a imaginar el mundo que les espera fuera; el edulcoramiento solo sirve para retrasar lo inevitable.
Las aventuras de Txano y Óscar son herederas del tono clásico de Enid Blyton, Robert Arthur, Andrew E. Svenson, Chris Columbus, Steven Spielberg… Los Cinco, Los Hollister, Los Siete secretos, Los Tres investigadores, Los Goonies, Aventuras en la gran ciudad, E.T., Los bicivoladores… a partir de aquí ya estarán preparados para que la pandilla tenga problemas de mayor calado como en El cuerpo o It de Stephen King. Es precisamente en el compadreo y la camaradería que se forjan en esos años tan inestables donde se ponen a prueba los límites de cada integrante y donde cada uno encuentra su lugar en la jerarquía del grupo. La pertenencia a cada pandilla tiene sus propias reglas de acceso, permanencia y salida. En el presente volumen podemos encontrar a un personaje que quiere entrar en el sanctasanctórum de los protagonistas. Este Área 51 es su fortaleza y ahí defienden sus normas de todo elemento ajeno (nos recuerda al fortín de los Tres Investigadores en El Patio Salvaje de los tíos del protagonista. Curioso que Jupiter Jones, el líder del trío, fuera huérfano como también lo son Harry Potter, Tom Sawyer, Frodo Bolsón, David Copperfield, Oliver Twist, Jean-Baptiste Grenouille, Cenicienta, Bambi, Superman, Pippi Långstrump… El camino del héroe solamente se puede alcanzar sin el influjo «castrante» de los padres (aunque en el presente caso Julio Santos ha decidido mantener a los padres en escena).
Comentábamos al principio de la reseña que Los vecinos subterráneos es la sexta entrega de la saga de Txano y Óscar. Los libros son autoconclusivos, pero sí es verdad que según avanzan sus aventuras existen interconexiones que ensanchan la saga y la hacen más atractiva al lector. Pero esto no supone un problema ya que para que sea el propio lector el que enjuicie si estas aventuras le interesan, los autores han colgado en su web los dos primeros libros para su descarga gratuita. De esta manera se puede comenzar la saga desde el principio, y si gusta, adquirir el resto de los libros. En este volumen de Txano y Óscar los mellizos, siguiendo los pasos de Tom Sawyer y Huckleberry Finn y al más puro estilo Spielberg en Encuentros en la tercera fase, se adentran en el misterio de un cráter producido por un meteorito. Además de la propia aventura, los autores introducen conceptos científicos para abrir la inquietud por las ciencias de los más jóvenes. Suman y actualizan las técnicas y las tecnologías empleadas en sus investigaciones para adaptarlas a los nuevos tiempos digitales. Redondeando la función, también nos encontramos pequeñas perlas o reflexiones acerca de la amistad, el compañerismo, el trabajo en equipo, la integración, la empatía y el respeto al diferente; pero todo ello nunca desde el dogmatismo. La aventura es el núcleo principal de la narración. Los pequeños detalles educativos y emocionales fluyen de manera cohesionada y natural.
En el apartado ilustrativo, Las aventuras de Txano y Óscar tiene un apartado técnico y visual espléndido. La ilustradora Patricia Santos hace un excepcional trabajo de descripción de la trama narrativa, pero además va más allá. No se ciñe exclusivamente a ilustrar con potente colorido e imaginación (atención a la aparición de ciertos personajes iridiscentes). La ilustradora llega a todos los recovecos de las páginas del libro. Arriba, abajo, por la esquinas, en los títulos de los capítulos… Todo ello para que la sensación de inmersión en la aventura sea mucho mayor. Y aunque siempre se indica que el contenido debe ganar al continente y que los libros no deben elegirse por la portada, aquí debemos hacer una excepción; el trabajo con la calidad de los materiales empleados, la maquetación y la terminación del libro es sobresaliente. Nada está dejado al azar. Hay mucho trabajo en esta colección.
Desde el ocaso de Kripton a la entrega de la luz o del fuego a los hombres (mito clásico de Prometeo) pasando por una pizca de Stranger things hasta la conjura clásica de la pandillas de amigos que, alejados del ruido de sus mayores, son capaces de resolver cualquier tipo de misterio o descubrimiento, estas aventuras son de obligada lectura. Somos testigos de la exploración del riesgo como piedra angular de la madurez en la compañía de los camaradas de andanzas, conquistas e infortunios. En un mundo demasiado reivindicativo, victimista, dogmático y de mensajería política que se cuela por cualquier espacio de la ficción y de la realidad es necesario que existan productos que se preocupen por recuperar la simple aventura, la desprejuiciada, desinhibida y natural, como son los propios niños que gritan y corren en la libertad de sus juegos infantiles antes de que la sociedad los encasille y les marque el camino. Txano y Óscar son unos exploradores que harán las delicias de todos aquellos niños que nunca abandonan el pirata, el caballero, el dragón, la princesa, el científico, el bombero, el astronauta, el hada o el guerrero medieval que llevan dentro, aunque de adultos olvidarán que fueron todo aquello y muchas cosas más.
Pero no está todo perdido, ya que como hacemos muchos cuando miramos hacia atrás, de vez en cuando observamos en el espejo a un pequeño mocoso que nos mira con el pelo revuelto invitándonos a jugar.