RESEÑA: EN LA CARRETERA VIEJA – ÁUREA L. LAMELA – ESSTUDIO EDICIONES, 2024.

Posted on

libro-recomendado-fondo-blanco

1720544458

TÍTULO: EN LA CARRETERA VIEJA.

AUTORA: ÁUREA L. LAMELA – FACEBOOKINSTAGRAM

EDITORIAL: ESSTUDIO EDICIONES, 2024.

PÁGINAS: 410.

¿DÓNDE COMPRARLO?: AQUÍ


 – SINOPSIS –

Catalina, una galerista de arte, muere intoxicada por setas. En un principio parece una muerte accidental; después surgen dudas de si pudo ser un envenenamiento intencionado. La víctima había dejado redactada su esquela póstuma, indicando quién podía o no asistir a su funeral. Había roto con su influyente y respetada familia muchos años atrás. Su pareja le estaba siendo infiel con una profesora de Botánica. Y ella estaba en psicoterapia con una psiquiatra que no aporta nada significativo sobre lo ocurrido. A su vez, su inquilino y amigo, investigador de la facultad de Ciencias, tiene miedo y desaparece cuando ella muere. El equipo del inspector Zalo Alonso y la forense Carmela Archer se ocupará de esclarecer estas extrañas circunstancias. ¿Qué hay detrás de todos esos hechos? ¿Qué esconde su muerte?

– AUTORA –

438165348_952670820199034_754964605360603830_n

Áurea L. Lamela (Lugo, 1959) es psiquiatra y escribe novela negra. Hasta el momento, ha publicado cinco novelas: Nadie sabía (2012 y 2023), Buena gente (2014), Sin criterio (2016), Red de sombras (2018) y Una venganza improvisada (2021). Se desarrollan en una ciudad de provincias tan apacible desde fuera como convulsa por dentro. Desde una ciudad así, la autora ejerce su profesión y colabora ocasionalmente en diferentes medios con poesía, ensayos y relatos. Es miembro de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA) y de la Asociación Española de Escritores Noveles (AEN). En la carretera vieja (Esstudio Ediciones, 2024) es su sexta novela, con los principales protagonistas de la saga: el inspector Zalo Alonso, la forense Carmela Archer y, cómo no, Sara, la mujer del inspector, médica y una lectora empedernida de novelas criminales.

– GUSTARÁarrow-145786__340

Por supuesto, a los seguidores de Zalo, Carmela y Sara. Esta nueva aventura cumplirá con creces el interés de sus fans más acérrimos. El nivel investigativo y el proceso criminal siguen estando en lo más alto. Los nuevos lectores aquí se encontrarán, tanto en la forma como en el fondo, con un producto de alto gramaje que toca temas de actualidad, al tiempo que es ágil, conversacional e intrigante. Además, la novela habla con un lenguaje reconocible y huye del efectismo estadounidense y del grafismo explícito de la novela negra nórdica.

– NO GUSTARÁ arrow-145782__340.png 

A aquellos lectores que necesitan una mayor dosis descriptiva, aunque esta deje en un segundo plano a los diálogos y al encuentro conversacional de los personajes. Para aquellos lectores más acostumbrados a la casquería, a la mesa de autopsias y a los jugueteos del doctor Lecter, En la carretera vieja podría no cumplir con sus requerimientos sanguinolentos.

– LA FRASE vintage-1751222__340.png

«¿Qué me dices? Esto ya es una novela negra completa: crimen misterioso, y ya tenéis un grupillo de sospechosos con motivos y oportunidades para haberlo hecho —pensó que se ponía interesante la investigación, pero no le dio rienda suelta a su imaginación. Mientras tanto, Zalo no paraba de pensar: «parecía que no había nada, y ahora hay de todo».

– RESEÑAletter-576242__340.png

Hoy traemos para reseñar En la carretera vieja, la nueva aventura criminal de Áurea L. Lamela y su grupo de irreductibles y heterogéneos personajes. Y es que lo primero que notamos en la prosa y en el contexto narrativo de la autora es el gusto por el oficio tradicional. En unos tiempos que corren al ritmo de lo digital, la inteligencia artificial y los algoritmos, ya casi no queda espacio para las investigaciones tradicionales. Los Poirots, Marples y Holmes se han quedado casi sin espacio. La velocidad de los tiempos que corren no premia la observación, la pausa, la escucha, el análisis y la perseverancia investigativa. Desde un ordenador se llevan la mayoría de los casos. El pateo y las guardias de vigilancia han quedado apartadas por las intervenciones de las telecomunicaciones, las triangulaciones de las antenas de GPS, o el rastro criminal por las redes sociales. Y así y todo hay algo en esta carretera vieja que huele a la mejor alma rural de ojeadores de cortinas medio abiertas, odios intestinos de tiempos de mari castaña, envidias familiares sin resolver y ponzoña oculta tras muchas capas de falsas sonrisas y aparentes vidas rutinarias.
No es habitual que el que aquí escribe hable de experiencias personales, pero es que está tan relacionado con lo aquí planteado por la autora que no va a quedar más remedio. Los que hemos realizado el Camino de Santiago en varias ocasiones (y siempre en solitario) nos podemos poner en la piel de los hechos aquí narrados. Es notorio el caso de Denise Pikka Thiem, la peregrina estadounidense de 41 años que fue asesinada en 2015 por Miguel Ángel Muñoz Blas, poco después de pasar por la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, (el autor cumple en la prisión de A Lama (La Coruña) una condena de 23 años de cárcel). Pues bien, el azar y los pasos hizo que el firmante de esta reseña pasara por aquellos pagos tres meses después de la detención del asesino. Sin ningún ánimo especial de truculencia ni de seguir las huellas de los miles de fanáticos del true crime llegué a la bifurcación del camino donde dicen los investigadores que fue el lugar elegido por el asesino para modificar la dirección de las flechas del camino oficial y desviar a sus posibles presas hacia su apartada casa prefabricada. Entre la localidad de Castrillo de los Polvazares y la de El Ganso el camino oficial gira a mano izquierda por Santa Catalina de Somoza, pero el asesino modificó las flechas hacia caminos solitarios y nada frecuentados que, de saber orientarse, acaban directamente en la localidad de El Ganso. En mi caso tomé la ruta incorrecta de manera voluntaria y me interné (después de un delicioso cocido maragato en el mesón de La Magdalena) tras los pasos de este ignominioso crimen. Allí, en solitario, en una tarde gris del mes de diciembre, con el único sonido de la naturaleza, uno se puede hacer una idea bastante fiel de cómo estamos rodeados de depredadores listos para asaltarnos al menor descuido… La lectura de esta obra me ha traído este suceso a la memoria… Y es que las rutas secundarias y los caminos poco frecuentados, en ocasiones incorporan a los feroces lobos (y tristemente, las y los caperucitas seguimos dándoles de comer). Y recordemos que casos como el de Asunta Basterra o el de Jeffrey Epstein encierran, dentro de temas graves, otros aún peores.
438145015_952670676865715_7442109091146392313_nEn la carretera vieja acierta en su planteamiento de capítulos cortos y de alternancia de espacios y tiempos. La autora rompe con la linealidad (a veces algo plana y rutinaria de este tipo de obras en manos de otros autores) para introducir en la baraja una serie de capítulos «interludios» que obligan al lector a mantener la atención. Estos sucesos contados están delineados de tal manera que no permiten una lectura desatenta, como ocurre en ciertos pasajes de las obras policiacas, donde el ritmo y el contenido se pueden hacer repetitivos… Sin ir más lejos en una de las cumbres de la literatura de detectives: Asesinato en el oriente express, la amplia y extensa ronda de interrogatorios que se suceden seguramente hoy en día no encajaría con los gustos de los lectores actuales. El fuego lento no es amigo de la literatura contemporánea y, para ciertas obras, esta calma expositiva es imprescindible. En la carretera vieja casan muy bien los capítulos de narrador omnisciente más usuales en una novela de investigación, con otros en primera persona más exigentes. Por supuesto, ni que decir, que todo encajará al final, como en toda novela policiaca/detectivesca que se precie. Este tipo de obras son las que los lectores más les exigen que lleguen a buen puerto. Si el rompecabezas flojea o se rompe por alguna de sus costuras, el lector lo notará y se caerá todo el castillo de naipes narrativo. Nada puede fallar y menos una trama llena de pistas y averiguaciones.
Áurea L. Lamela esgrime su oficio en los pequeños detalles. En la carretera vieja es una obra eminentemente ágil y de diálogo fácil, sencillo, coloquial y abundante. La autora dota de una personalidad bien diferenciada a cada personaje, lo que redundará en la manera que tendrá cada uno de ellos de enfrentarse al crimen y al misterio. No siempre el más valiente y arrojado es el que puede mantenerse equilibrado y en calma cuando vienen mal dadas. A veces el que la sigue la consigue y ser cabezón y concienzudo, en ocasiones, tiene premio. Tras capas de mentiras y medias verdades, los investigadores tendrán que desmadejar un ovillo que intenta ocultar hechos de distinta gravedad. Saber separar el grano de la paja y no andar por caminos sin salida ni por líneas de investigación estériles será el mayor reto de una narración en la que se entrecruzan suficientes hechos, personajes, intereses y ruindades como para poner a prueba al más brillante investigador. El volcado de información hacia el lector es tal que hasta el último momento este no sabrá (o no debería saber) por dónde van los tiros. Sin necesidad del uso de la casquería, del grafismo efectista, ni del voyerismo de mesa de autopsias, la autora es capaz de forjar todo un entramado narrativo que encierra un notable interés tanto por los hechos contados como por los personajes que habitan y beben de ellos.
En la carretera vieja, además de plasmar y traer a la primera línea uno de los comportamientos más aberrantes y socialmente reprobables, ejemplifica todo lo que encierran los individuos que se ven llamados a estos ignominiosos actos. ¿Nacen o se hacen? Tanto la justificación de dichos actos como los porqués de estas naturalezas se dan cita en la presente obra. El lector participará de los engranajes de estos tipos delictivos, mucho más allá de lo que los titulares de prensa o de televisión nos acostumbran. Excavar un poco más acerca de las razones, los fines y los condicionamientos de los criminales dota a la presente lectura de un mayor interés que desborda al propio espacio narrativo. Poder ver el mal cara a cara es la mejor manera de entender cómo funciona el mundo. Un mundo que no es como a la gente de bien le gustaría, sino que está maleado y al servicio del crimen y de sus partícipes. Solo conociendo sus mecanismos intrínsecos se puede hacerle frente, minimizarlo y, en el mejor de los casos, exterminarlo. 

424612030_895726345893482_6969554484448763683_n

Un comentario sobre “RESEÑA: EN LA CARRETERA VIEJA – ÁUREA L. LAMELA – ESSTUDIO EDICIONES, 2024.

    Anónimo escribió:
    30 septiembre, 2024 en 11:35 pm

    Me acabo de quedar con las ganas de quien a matado a Catalina 😁 , participó en el sorteo

    Le gusta a 1 persona

Replica a Anónimo Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.